Foto: RL Hevia
El comienzo de este año ha estado marcado por un alarmante aumento de accidentes de tránsito en Cuba. La reciente participación del destacado músico Paulo FG en un incidente vial ha actuado como un recordatorio impactante de la gravedad del problema, subrayando la necesidad urgente de abordar las causas y consecuencias de la accidentalidad en el país.
La seguridad vial en la Isla continúa siendo un desafío pendiente, con cifras de accidentes de tránsito que, año tras año, evidencian la necesidad de adoptar medidas más efectivas.
A pesar de que los datos de enero de 2025 mostraron una ligera disminución en el número total de accidentes y heridos en comparación con el mismo mes de 2024, el aumento en la cantidad de fallecimientos es motivo de gran preocupación. ¿Por qué, a pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad en las carreteras, las víctimas fatales siguen en aumento?
En una publicación en su cuenta de Facebook, el ministro de transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, indicó que al cierre de enero, en comparación con el mismo mes del año anterior, los indicadores de accidentes y lesionados reportaron una disminución (-87 accidentes, -2 lesionados), sin embargo, el índice de muertes ha aumentado.
Señaló que la participación de medios de transporte colectivos en accidentes con graves consecuencias para un mayor número de pasajeros tiene una gran influencia en estos resultados.
Accidentes más frecuentes y su impacto
El factor humano sigue siendo el principal desencadenante de los accidentes en Cuba. La falta de atención al conducir, el irrespeto a las normas de tránsito y el exceso de velocidad se encuentran entre las principales causas. De hecho, el 92% de los accidentes, el 98% de las muertes y el 91% de los heridos se atribuyen a errores humanos.
Por otro lado, el consumo de alcohol al conducir, las distracciones causadas por dispositivos móviles y el exceso de velocidad han sido identificados como elementos recurrentes en los siniestros, especialmente entre jóvenes conductores y motociclistas.
El ministro mencionó que las colisiones entre vehículos siguen siendo el tipo de accidente más frecuente, con 260 casos reportados en enero, resultando en 28 muertes y 226 heridos. Esto es seguido por vuelcos y atropellos.
Infraestructura y control: ¿es suficiente?
A pesar de contar con un marco legal como la Ley 109 del Código de Seguridad Vial y de haber implementado estrategias de prevención y control más rigurosas, el problema de la accidentalidad sigue siendo un desafío persistente.
La infraestructura vial, aunque en algunos casos ha mejorado con nuevas señalizaciones y reparaciones en tramos peligrosos, continúa siendo deficiente en muchas áreas rurales, donde se registró el 80% de los accidentes graves en enero de 2025.
Por otra parte, las inspecciones técnicas y las sanciones han aumentado significativamente, con más de 15,000 revisiones técnicas realizadas y 2,214 licencias retiradas en el primer mes del año. No obstante, estos controles no han sido suficientes para frenar la conducción irresponsable, lo que sugiere que es necesario un enfoque más integral y riguroso.
Cada accidente de tránsito no solo representa una cifra en un informe oficial, sino una tragedia humana que afecta a familias enteras. Los cinco accidentes graves ocurridos en solo el primer mes del año, a razón de uno por semana, dejaron un saldo de 19 fallecidos y 173 heridos.