La influencia de Cuba en las creaciones del arquitecto Morris Lapidus.

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Fotos: Nathalee Ramos | Instagram

Morris Lapidus, uno de los arquitectos más relevantes de Estados Unidos en el siglo XX y reconocido como uno de los diseñadores clave de los emblemáticos hoteles que marcarían el inicio del Miami Beach moderno, se inspiró en diversos elementos producidos en la Isla Caribeña para su obra.

Nacido en Odessa, Ucrania, en 1902, Morris Lapidus emigró a Estados Unidos en su infancia y creció en Nueva York. Tras completar sus estudios de arquitectura en la Universidad de Columbia, inició su carrera en la industria hotelera y en 1945 fundó su firma, Morris Lapidus & Associates.

Fue durante la década de 1950 cuando Lapidus llevó a cabo el diseño de algunos de los hoteles más icónicos de Miami Beach, como el Fontainebleau y el Eden Roc. Su estilo distintivo se caracterizaba por curvas suaves, materiales lujosos y detalles extravagantes, con las célebres escaleras curvas del Fontainebleau como uno de sus rasgos más representativos.

De acuerdo con el blog “Arquitectura Cuba”, es común hablar de la influencia del diseño y la arquitectura de Miami en la Cuba republicana; sin embargo, estas interacciones y mutuaciones estéticas sucedían en ambas direcciones. Un claro ejemplo de esto es Lapidus, quien tuvo una particular inclinación por incorporar en sus diseños y decoraciones las renombradas Lámparas Quesadas.

Los hoteles diseñados por Morris Lapidus en Miami Beach donde todavía se pueden apreciar estas célebres lámparas de origen cubano son el Eden Roc Hotel y el icónico Hotel Fontainebleau Hilton. Uno de los diseños más característicos de estas lámparas estuvo en el ya desaparecido Americana Hotel.

La historia y el prestigio de las Lámparas Quesada perduran hasta hoy. Algunos de los ejemplares más reconocibles pueden encontrarse en el Hotel Capri y el Hotel Riviera en La Habana. Su tienda se ubicaba en el antiguo centro comercial de la Calle Infanta. En esos mismos portales, el famoso Caballero de París pasaría largas temporadas.

Una de las características distintivas de estas lámparas era el diseño de sus platos y el uso de cobre, elementos que cautivaron a Lapidus, ya que encajaban a la perfección en la narrativa hollywoodense y fílmica que el arquitecto estadounidense plasmó en cada uno de los hoteles que diseñó en Miami Beach.

Quesada contaba con varias sucursales en la isla, así como en Panamá, Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana. Hoy en día, estas lámparas son consideradas objetos de colección, y no es raro ver anuncios de ventas por parte de particulares cubanos que las adquirieron durante la década de 1950.

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