Foto: Jack Hong | Shutterstock
Texto: Hugo León
Un sismo de magnitud 7.4 en la escala de Richter sacudió la isla de Taiwán, dejando al menos nueve fallecidos según estimaciones conservadoras y pérdidas que ascienden a cientos de millones de dólares solo en los edificios afectados.
Según los servicios de seguridad del país asiático, se reportan cientos de heridos, y afortunadamente el tsunami que se temía no ocurrió, lo que permitió desactivar la alarma.
El epicentro del terremoto se localizó cerca de las costas del condado de Hualien, una zona montañosa de Taiwán situada a aproximadamente 150 kilómetros de Taipéi, la capital de la nación.
La Agencia Nacional de Bomberos de Taiwán informó que al menos nueve personas han perdido la vida y otras 882 han resultado heridas. Al cierre de la jornada de ayer, más de 130 personas seguían atrapadas entre los escombros. Los rescatistas se apresuran en las labores de recuperación, pues cada hora es crucial para las víctimas.
En el condado de Hualien, también se han colapsado edificios. Se estima que decenas de miles de hogares se han quedado sin electricidad y se ha cerrado una de las autopistas de la costa este debido a deslizamientos de tierra y rocas en la zona.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, se han registrado varias réplicas sísmicas en Taiwán, incluida una de magnitud 6.5 en la escala de Richter. Además, se anticipa que las réplicas continuarán durante al menos dos o tres días más, y podrían alcanzar una magnitud de hasta 7.0.
La administración taiwanesa ha asegurado que está movilizando recursos y personal para mitigar los efectos del desastre, mientras que desde China expresaron estar «preocupados» por la isla y mostraron disposición para ofrecer ayuda.
Taiwán enfrenta con frecuencia terremotos, por lo que su población está acostumbrada a reaccionar ante este tipo de situaciones. Sin embargo, el sismo de esta semana fue más potente de lo habitual.