Foto: Cuba Noticias 360
Una parte fundamental de las relaciones entre Cuba y Rusia incluye la modernización del sistema electroenergético nacional, la cual se llevará a cabo a través de una inversión por parte de la nación euroasiática, con varios proyectos actualmente en ejecución.
El embajador ruso en Cuba, Víctor V. Koronelli, informó que uno de los proyectos prioritarios en este momento es la construcción de una unidad de energía de 200 MW, así como la modernización de cuatro unidades existentes, cada una con una capacidad de 100 MW.
Sin embargo, esta confirmación llega casi una década después del anuncio realizado en 2016, que prometía la construcción de cuatro nuevas unidades generadoras de electricidad, financiadas con un crédito estatal ruso de 1.321 millones de dólares, destinado a añadir 800 megavatios al sistema electroenergético.
A pesar de que dicha inversión no se concretó, el plan inicial contemplaba la instalación de tres de las unidades en la termoeléctrica Este Habana y una más en la central Máximo Gómez de Mariel, ambas situadas en el occidente de la isla, considerada como la zona de mayor demanda eléctrica.
Recientemente, medios oficiales reportaron que «Rusia ha proporcionado a Cuba dos millones de dólares en ayuda humanitaria para el suministro de piezas de repuesto críticas necesarias para la reparación de las centrales eléctricas locales, lo que contribuirá a mejorar la situación del suministro energético en un futuro cercano».
Las inversiones también se enfocan, en colaboración con la empresa estatal Cupet, en la extracción de petróleo en el yacimiento de Boca de Jaruco, como parte de su estrategia para fortalecer el suministro energético de la isla.
A principios de noviembre, se hizo público que se otorgaría un crédito de 60 millones de dólares a Cuba para la compra de combustibles, además de un donativo de dos millones de dólares para la adquisición de piezas y componentes necesarios para la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional.
En septiembre pasado, también se anunciaron «nuevas líneas de crédito y un aumento en la cooperación en aspectos de seguridad, servicios especiales y cuerpos policiales. Ponemos especial énfasis en la cooperación comercial, económica y de inversión».
Según el embajador, las alianzas entre ambos países abarcan todos los ámbitos, ya que «no hay sector -comercio, inversión, conexiones científicas y técnicas, o cultura- en el que no se estén desarrollando proyectos».
Este anuncio surge en el contexto de una de las crisis más profundas que ha vivido el sistema electroenergético nacional desde 1959. De concretarse esta inversión, Cuba podría estar cediendo parte de su potencial energético a los rusos, aunque aún no se saben las condiciones de los beneficios que se ofrecerían a cambio y si se llevarán a cabo en algún momento.
