Fotos: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
¿A quién no le alegraba compartir unos deliciosos chicharrones con la familia o disfrutar de unas jugosas masitas de puerco? Leíste bien, “alegraba”, en pasado, pues con el aumento de los precios de la carne de cerdo en Cuba, saborear esas delicias es un lujo para millones de personas.
El costo de la libra
En las calles de La Habana, la libra de carne de cerdo se vende por más de 500 pesos cubanos, llegando incluso a los 600, dependiendo del tipo de corte, es decir, de la parte del animal de la que proviene y si está libre de grasa.
Lo más económico que encontró Cuba Noticias 360 tras visitar varios mercados de la capital fue la libra a 430 pesos, pero este precio fue la excepción. En la mayoría de los puntos de venta, el precio varía entre 480 y 600 pesos.
En Santa Clara, Pinar del Río y otras provincias del país, los precios son similares, a pesar de que podría esperarse lo contrario, dado que estas son áreas con más opciones para criar estos animales.
Cuba enfrenta un significativo desafío económico por el aumento de precios en varios sectores, siendo el alimentario uno de los más afectados. Basta con explorar un poco en Facebook o en grupos de WhatsApp y Telegram para notar los precios de vendedores privados o combos.
Ni en las tiendas estatales en MLC se escapan de esta problemática. La carne de cerdo, cuando aparece en esos lugares, debe comprarse en paquetes ya pesados y su precio por kilogramo es igual o superior al de la calle.
Este fenómeno impacta directamente en la vida cotidiana de los cubanos, ya que si los precios aumentan y los salarios permanecen iguales, su capacidad de compra se reduce. Por ejemplo, con un salario mínimo de dos mil 100 pesos, un trabajador cubano puede adquirir unas cuatro libras de cerdo, lo que consume prácticamente todos sus ingresos.
¿Cómo se llegó a esta situación?
Cuando Esteban Lazo, presidente del Parlamento cubano, preguntó “hasta cuándo” persistirá la falta de productividad en el país, omitió cuestionar también “por qué”.
En cuestión de unos pocos años, el cerdo pasó de ser el mamífero nacional a uno de los productos más caros en la isla; de hecho, el país ha tenido que importar, ya que la producción, como muchas otras esferas en Cuba, ha tocado fondo.
La producción de carne porcina en Cuba superó las 194 mil 900 toneladas en 2016, y en 2017 se sobrepasó esa cifra. Es importante mencionar que desde 2010 el país no importaba este producto y se esperaban alcanzar 220 mil toneladas para 2020.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, una pandemia y políticas económicas fallidas arruinaron los planes. En solo cinco años, la nación perdió 9 de cada 10 productores de carne porcina, según informaron medios estatales en 2022.
El gobierno cubano ha atribuido esta crisis a las sanciones de Estados Unidos, el embargo de ese país y a los problemas económicos internos. Como resultado, la producción de carne de cerdo en 2022 fue inferior a las 30 mil toneladas.
¿Por qué los productores de carne porcina han abandonado el campo? Entre las razones se encuentran los conocidos impagos por parte de las entidades del Ministerio de la Industria Alimentaria, la falta de financiamiento, el elevado costo del pienso en comparación con lo que se les paga por tonelada de carne, y la escasez de alimentos para la alimentación de los animales.
Como consecuencia, Cuba ha comenzado a importar carne de cerdo, por ejemplo, de España. De acuerdo con Esteban Lazo, la disminución en la producción de carne de cerdo, leche y otros productos recae sobre las importaciones.
No es pertinente especular si el precio de la carne de cerdo seguirá en aumento o si disminuirá, pero es razonable concluir que, mientras la industria nacional no se recupere, el producto seguirá escaseando y la carne seguirá siendo un lujo en las mesas de los cubanos.