En Cuba, desde todos los medios nacionales e internacionales ha existido una fuerte expectativa por los servicios de atención a la Salud Pública. Por esto, muy rara vez se declara negligencia médica expedida desde el Ministerio de la Salud, la mayoría de las veces esto solo queda en argumentos sin evidencia.
La muerte de Daniel Muñoz produjo mucha confusión, angustia y dudas sobre los servicios médicos prestados al cantante.
Muchos de sus familiares, colegas y amigos cercanos se sintieron fuertemente sorprendidos con respecto a su fallecimiento, debido a que Muñoz era un hombre joven, fuerte, y con excelente condición física, sin dejar de mencionar que no presentaba rasgos semiológicos que arrojaran un padecimiento o patología aguda o crónica.
Así mismo, luego de ingresar al centro médico, el artista urbano mejor conocido como el Dany, fue atendido y fueron tomadas las muestras para hacer las respectivas pruebas hematológicas de rutina.
Sin embargo, durante toda su estadía en el centro médico nunca se establece ningún diagnóstico oficial ni mucho menos una medida terapéutica basada en alguna enfermedad.
Este hecho muy probablemente sea una prueba contundente para introducir una acusación respaldada de negligencia médica.
Una persona de la cual se desconoce su estado fisiopatólogico muy difícilmente puede ser tratada con éxito.
Quienes se encontraban cerca de Daniel, no comprenden cómo fue posible que estuvieran administrándole al cantante soluciones intravenosas durante una semana completa sin antes saber que era lo que estaba causándole el malestar.
Seguimiento clínico del suceso
Debido a un fuerte dolor en las piernas que le hacían muy dificultosa su actividad locomotora, el paciente ingresa al centro hospitalario “Calixto García”.
La primera declaración médica respecto a su situación fue que presentaba manifestaciones de afección en el sistema nervioso periférico por causas no justificadas para el momento. Según los doctores a cargo de este caso clínico, se le hicieron los exámenes de rigor, pertinentes y acordes.
Durante toda la semana transcurrida, no hubo momento alguno donde se evidenciara un agravio o mejora, es decir ningún signo que pudiera significar cambios alarmantes para su estado de salud.
Por lo que se dedujo que con reposo y la constancia de la medida terapéutica el paciente pronto seria puesto en alta y regresaría a su hogar a finiquitar el reposo posterior a su enfermedad.
Declaraciones de los allegados
Sin embargo, poco después de la muerte, su compañero de trabajo y amigo Yomil Hidalgo, desmiente las declaraciones médicas registradas, expresando que Daniel desde el momento de su ingreso, solo empeoró.
Indico que durante los 6 días que permaneció en la clínica en busca de bienestar, lo único que hicieron por él fue suministrarle hidratación adjuntándole ciertas vitaminas, alegando que era un problema nervioso y que esto le ayudaría.
A la mañana siguiente del domingo, el deceso fue muy repentino, refirió Yomil en medio de su dolor, Hidalgo pidió que se hiciera justicia por su amigo, un acto de justicia por el Dany y todos los que han perdido la vida a causa de la negligencia médica cubana.
Presión al Ministerio de Salud por supuesta negligencia médica
En cuanto a las diversas reacciones públicas a razón de la muerte de Muñoz, la dirección Provincial de Salud de la Habana se vio en la imperiosa obligación de abrir una investigación forense.
Con la finalidad de investigar las causas mortales, las circunstancias médicas y de Salud Pública mediante una comisión al mando del Ministerio de Salud, quién como organización debería responder a estos hechos.
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Por lo cual la negligencia médica ha sido una fuerte controversia para los servicios comunitarios y de salud en Cuba, debido que a lo largo de los últimos años se han registrados casos similares a los de Daniel Muñoz.
Pero que por razones sociopolíticas logran ser muchas las bocas calladas ante un Régimen opresor de la voz popular.
La dirección Provincial de La Habana afirmó que la investigación será realizada por todos los medios posibles y que no habrá obstáculo alguno que estorbe para esclarecer la realidad de los hechos.
