Fotos: Jorge Luis Borges | CN360
La movilidad en la isla, ya sea dentro de una misma ciudad o entre municipios y provincias, se ha convertido en una de las principales inquietudes para los cubanos. Año tras año, la situación se agrava sin que, hasta ahora, las autoridades del sector hayan ofrecido más que descripciones del fenómeno.
El ministro del ramo, Eduardo Rodríguez Dávila, ha sintetizado el caos del transporte en Cuba al referirse a “la disminución de las capacidades de transporte de pasajeros y carga debido a la insuficiente disponibilidad de recursos financieros”, una expresión eufemística que no refleja adecuadamente la magnitud del problema.
Para evidenciar la crisis, basta con observar la casi paralización del tráfico en las calles y avenidas más concurridas de la capital, la suspensión de viajes entre poblados y comunidades rurales, o el incremento de las tarifas en los escasos vehículos de alquiler que aún siguen operando, siendo las huelgas de boteros una constante.
Ante un problema de tal envergadura que el Estado no ha podido resolver, los cubanos se ingenian para encontrar formas de transporte. Cuba Noticias 360 destaca los medios de transporte que actualmente funcionan en la isla sin necesidad de combustible.
1. Bicicleta: Alcanzó su auge durante el conocido Período Especial, cuando los cubanos tuvieron que recurrir a las bicicletas chinas y las de origen soviético para hacer frente a la parálisis total del transporte. Con el tiempo, empezaron a ensamblarse en el país y a llegar desde diversos lugares, hasta el punto en que hoy se pueden ver desde las tradicionales “toniconas” hasta las más modernas bicicletas de montaña.
2. Bicitaxi: Aunque se afianzó rápidamente en Cuba, el bicitaxi es un vehículo de pedales utilizado en todo el mundo, especialmente en Asia. Generalmente son triciclos, pero hay modelos de cuatriciclos y, en ocasiones, se utilizan bicicletas con remolque. En la isla, los conductores de bicitaxis enfrentan no solo el intenso esfuerzo físico, sino también las altas temperaturas y la humedad tropical, lo que convierte esta labor en una de gran desgaste físico.
3. Motorina: Este se ha convertido en el vehículo de moda en Cuba, hasta el punto de que los emigrantes han comenzado a adoptarlo también en Miami. Desde hace algunos años, la isla ha visto un incremento en la circulación de estos vehículos eléctricos, aunque no son accesibles para todos debido a su elevado costo: entre 2,000 y 5,000 dólares. Principalmente importadas de China, las motorinas buscan aliviar la escasez de combustible y la deficiencia del transporte público. Sin embargo, su uso también ha generado desafíos en términos de seguridad vial, ya que las baterías pueden incendiarse si no se manejan adecuadamente, lo que ha resultado en trágicos accidentes.
4. Triciclo eléctrico: Una versión más reciente de las motorinas, enfocada en el transporte de pasajeros, es el triciclo eléctrico, el cual ha comenzado a ensamblarse en el país, aunque sus precios aún son elevados y no reflejan las necesidades de los cubanos que lidian diariamente con el tráfico caótico.
5. Coche tradicional: Icono de la identidad en Bayamo, el coche tradicional circula no solo en esa ciudad oriental, sino también en Sagua la Grande, Cárdenas y diversas áreas históricas de La Habana y otras ciudades patrimoniales. Las tarifas varían según el servicio ofrecido: son relativamente bajas en el ámbito urbano, pero pueden ser mucho más altas o en dólares si se utilizan para el transporte de turistas. Sin embargo, el principal inconveniente es la excreta del caballo, que ha pasado a ser parte del paisaje urbano de la isla.
6. Coche, carretón o pachanga: Este transporte de tracción animal es una variante del coche tradicional, producto de la creatividad cubana, que utiliza la fuerza del caballo para trasladar a más pasajeros en un carromato de cuatro ruedas. Estos vehículos se han proliferado en todas las comunidades de la isla, desde las más grandes hasta los asentamientos rurales, y en muchos casos, son empleados para conectar poblados cercanos.
7. Quitrín o volanta: Aunque su uso es más común en áreas rurales, el quitrín o volanta a menudo recorre las zonas suburbanas y ha ganado presencia en el centro de las ciudades cubanas. Este carro, de dos ruedas y tirado por un caballo, tiene capacidad limitada, por lo que su uso es mayormente familiar. Considerado un vestigio andante del periodo colonial, es el vehículo más pintoresco y un símbolo de los caminos rurales cubanos.