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En sus inicios, el huracán se presenta como un torbellino de incertidumbre que surge en un rincón indistinto del Atlántico, fuera del radar de los reportes meteorológicos; una nubosidad que, generalmente, termina desvaneciéndose por sí sola. Sin embargo, cuando ese torbellino se estructura y se intensifica, dirigiéndose hacia la tierra, la angustia se despliega en forma de bandas espirales y también aumenta de categoría en la escala Saffir-Simpson.
Debido a su ubicación geográfica, Cuba ha sido sacudida con ferocidad por estos fenómenos tropicales que se forman en las cálidas aguas del océano, caracterizándose por sus vientos poderosos y lluvias torrenciales. Las trayectorias de estos huracanes dependen de factores tan variados como fortuitos, formando una especie de historial clínico de cada uno: aunque presentan características comunes, ninguno es completamente igual a otro.
En la isla, la temporada ciclónica se inicia el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre. Es una época en la que los cubanos, desde San Antonio hasta Maisí —especialmente aquellos que viven en condiciones vulnerables o en áreas propensas a inundaciones— permanecen alertas, siguiendo los reportes de José Rubiera y elevando plegarias para que no les toque enfrentar tal desastre.
Cuba Noticias 360 presenta un resumen de los 10 huracanes más devastadores que han golpeado la isla en los últimos 20 años.
Charley (2004)
Con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson y vientos máximos sostenidos de 240 km/h, el huracán Charley fue uno de los más impactantes en Cuba, donde causó la muerte de cuatro personas y llevó a la evacuación de aproximadamente 224,000. Ingresó por la costa sur de la entonces provincia de La Habana y avanzó hacia el norte-noroeste a 25 km/h. Un hecho destacado de este pequeño pero intenso huracán fue la marea de tormenta de cuatro metros que destruyó 360 casas en Playa Cajío, con pérdidas estimadas en más de 900 millones de dólares.
Iván (2004)
Iván, conocido como El Terrible no solo por su tamaño, sino también por su conexión con el zar ruso, fue un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson que azotó el extremo occidental de Pinar del Río con vientos de 270 km/h. Afortunadamente, no se registraron fallecimientos en la isla, aunque más de un millón de personas fueron evacuadas y se produjeron severas pérdidas en la agricultura y las viviendas.
Dennis (2005)
El huracán Dennis fue un organismo tropical de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, cuyo trayecto impactó prácticamente todo el sur de Cuba; tocó tierra por primera vez en Cabo Cruz en el oriente del país, volviendo a entrar en Cienfuegos y saliendo al mar por el este de La Habana. Con dieciséis fallecidos y pérdidas millonarias en cultivos e infraestructuras, Dennis obligó a la evacuación de un millón y medio de cubanos y se recuerda como el ciclón más potente que ha golpeado Cuba en julio.
Wilma (2005)
En octubre de 2005, Wilma, con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y vientos sostenidos de 295 km/h, fue el huracán más intenso en el Atlántico. Más de 20,000 personas fueron evacuadas en La Habana, donde causó serias inundaciones en áreas del malecón, el Vedado y Miramar. Aunque no se reportaron muertes directas a causa del huracán, un autobús que transportaba evacuados tuvo un accidente que resultó en la muerte de cuatro personas, tres de ellas turistas extranjeros.
Gustav (2008)
El huracán Gustav, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos de 340 km/h, fue el primero de tres huracanes de gran intensidad en azotar Cuba en pocos días. Su trayectoria afectó la Isla de la Juventud y Pinar del Río, provocando inundaciones y daños a más de 500,000 viviendas. Aunque no se reportaron muertes como consecuencia de este intenso huracán, los lugares por donde pasó Gustav parecían un desierto: comunidades enteras destrozadas, torres de electricidad dobladas, postes caídos y barcos arrastrados tierra adentro. Se le calificó como el peor huracán en 40 años.
Ike (2008)
De categoría 4 en la escala Saffir-Simpson y vientos de 230 km/h, el huracán Ike fue el segundo que impactó Cuba en ese fatídico 2008. Aunque se formó en agosto, tocó tierra en la parte oriental de la isla el 4 de septiembre, dejando una estela de destrucción por 48 horas: miles de viviendas, almacenes, edificios y cultivos fueron arrasados, significando un duro golpe a la ya debilitada economía cubana, aún recuperándose del huracán Gustav. Lamentablemente, el saldo de Ike fue de cuatro muertes, una cifra que no provocó huracanes mucho más poderosos.
Paloma (2008)
El huracán Paloma fue el tercero que afectó a Cuba en unas pocas semanas de 2008, esta vez con categoría 3 en la escala Saffir-Simpson. La provincia de Camagüey fue la más golpeada, aunque no hubo pérdidas humanas. Los efectos del mar fueron devastadores en Santa Cruz del Sur, donde las inundaciones costeras se extendieron hasta 1,500 metros tierra adentro. Paloma ocasionó daños materiales valorados en 300 millones de dólares, incluyendo afectaciones a más de 12,000 viviendas.
Sandy (2012)
El Este de Cuba fue la región más severamente afectada por el temible huracán Sandy, que, con categoría 2 en la escala Saffir-Simpson y vientos de 175 km/h, devastó principalmente Santiago y Guantánamo. El saldo oficial fue de once personas fallecidas, lo que empeoró la situación de pobreza en que vivían miles de familias, especialmente en áreas rurales y alejadas de las provincias orientales. Sandy estuvo sobre el territorio cubano durante cinco horas, combinando intensas lluvias y ráfagas de viento que superaron los 200 km/h, siendo registrado como un fenómeno atípico para la región.
Irma (2017)
El huracán Irma impactó Cuba con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y vientos de 295 km/h. Durante su paso de 72 horas por la costa norte del país, afectó a 13 provincias, causando daños a más de 158,000 viviendas, ocasionando 14,000 derrumbes y diez fallecimientos. Las pérdidas fueron severas, especialmente en infraestructura crítica, abastecimiento de agua, producción de alimentos y salud. En algunas comunidades costeras del centro del país, aún hay familias damnificadas que no han logrado recuperarse completamente.
Ian (2022)
El 27 de septiembre de 2022, el huracán Ian, de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, tocó tierra por Pinar del Río, devastando todo a su paso. Causó la muerte de tres personas y graves daños materiales en la provincia más occidental de Cuba y en la Isla de la Juventud, donde las lluvias y fuertes vientos generaron pérdidas millonarias en infraestructura, viviendas, agricultura, electricidad y telecomunicaciones. Regiones como Mayabeque, Artemisa y La Habana también sufrieron los embates de Ian, afectando prácticamente a toda la isla, ya que los problemas energéticos ocasionados por el potente ciclón dejaron a Cuba a oscuras durante varios días.