En estos días, el ámbito cultural enfrenta pérdidas irreparables. Aunque resultaría ilógico intentar cuantificar la muerte de manera matemática, dada la multitud de variables que influyen en este fenómeno, sí existen varias leyendas que giran en torno a ella. Una de las más conocidas sostiene que la muerte aparece en situaciones en las que se llevan a las personas de tres en tres.
Recientemente, Cuba se ha visto marcada por la partida del dramaturgo Antón Arrufat, el periodista Iroel Sánchez y el cineasta León Ichaso en un breve período. Para contrarrestar esta creencia supersticiosa, también se lamentó la pérdida del periodista Fritz Suárez Silva.
El mito más célebre relacionado con esta regla de tres se conoce como la “Celebrity Death Rule of Threes”, cuya historia se remonta a 1959. Ese año, los músicos Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper murieron en un accidente aéreo mientras se dirigían a un concierto en Minnesota. Este trágico suceso tuvo lugar, curiosamente, un 3 de febrero.
El impacto de esta noticia fue tan grande que avivó la creencia de que las muertes en el mundo del espectáculo ocurren en tríos. Durante un tiempo, los miembros de bandas de rock optaron por no viajar juntos en avión para no “provocar a la suerte” y evitar que esta tragedia se repitiera.
Con el paso del tiempo, han habido casos internacionales de celebridades cuyas muertes, por la proximidad de las fechas, han reafirmado esta creencia. En 2009, Ed McMahon, Farrah Fawcett y Michael Jackson fallecieron en sucesión. Asimismo, en 2016 se puede mencionar a Alan Rickman, Glenn Frey y David Bowie, quienes también murieron uno tras otro.
La leyenda sobre morir de a tres tiene sus raíces en mitos indoeuropeos que originalmente profetizaban la muerte de una sola persona en un contexto de tres, o incluso en rituales de sacrificios a deidades nórdicas, donde los sacrificios sí se efectuaban en grupos de tres individuos.
Lo cierto es que leyendas y mitos representan una forma en que las personas enfrentan el fenómeno natural, pero a la vez aterrador, que es la muerte. Frecuentemente, este tipo de relatos simbolizan el deseo humano de encontrar una explicación a lo que se interpreta como el cierre de la vida.