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El talentoso baterista y compositor cubano Oliver Valdés ha estado trabajando durante varios años en lo que se convertiría en su primera producción discográfica, ‘Nasobuco’, la cual salió a la luz en 2022.
Los logros artísticos de Oliver son notables; además de ser hijo de Jorge Luis Valdés Chicoy, uno de los guitarristas más reconocidos del país, ha demostrado ser uno de los instrumentistas más versátiles y constantes de los últimos años.
Su álbum recién fue nominado en la categoría de Jazz y Ópera Prima en la Feria Internacional Cubadisco 2023 y, aunque muchos esperaban que ganara en esta última categoría por la calidad de su trabajo, no obtuvo el galardón, lo que sorprendió a muchos.
En un post en su perfil de Facebook, el pianista Jorge Aragón, quien ganó el Gran Premio Cubadisco en 2018, compartió sus pensamientos sobre la reciente premiación del evento musical cubano.
Primero, expresó su satisfacción al ver que el Gran Premio de este año fue otorgado a un disco sinfónico, ‘Ancestros sinfónico’, creado por Síntesis, X Alfonso y Eme Alfonso.
Además, Aragón subrayó la importancia de premiar a los productores musicales cada año, afirmando que “después del artista principal, el productor es TODO en un disco”. Celebró también el reconocimiento a Ruly Herrera por la producción del disco ‘Fascinantemente Mundo’, un tributo a Santiago Feliú.
El pianista, compositor y arreglista cubano dedicó una parte significativa de su mensaje a expresar su opinión sobre la decisión de no otorgar el premio en la categoría de Ópera Prima al disco de Oliver Valdés.
En este sentido, afirmó: “No escribiré su currículum aquí, porque no lo considero necesario” y añadió que Valdés “ha demostrado su valía tras haber tocado en casi todos los continentes a lo largo de los años”.
Sobre ‘Nasobuco’, explicó que cuenta “con parte de los músicos más talentosos que existen (trabajé en ese disco, pero me excluyo de esa lista, ya que siempre me considero un estudiante). Oliver compuso para diversos formatos, hizo arreglos para metales, rescató cantos y tradiciones; cada nota fue escrita en plena pandemia y tocó la batería como solo él sabe hacerlo”.
Por eso, se lamentó de que “cualquier reconocimiento hubiera sido bienvenido; hay tantos premios especiales que se inventan o menciones… Me siento un poco triste, aún más cuando ninguna casa discográfica quiso acoger su disco y veo que, en cambio, sí lo hacen con músicos emergentes. ¿Qué está pasando?”, preguntó Aragón.
“No es una crítica ni un desacuerdo, respeto cualquier decisión del jurado. Es simplemente mi punto de vista. Cada obra que le he mostrado a Oliver, ya sea sinfónica o de otro estilo, siempre me ha dicho que si le pones ‘La Clave’ estará mejor. Eso dice mucho de su talento”, concluyó.
Para respaldar las palabras de Aragón, el reconocido actor Luis Alberto García comentó que estaba completamente de acuerdo: “Oliver es un CRACK. No es justo el olvido que se le ha dado a su disco. Que ninguna casa discográfica nacional se haya interesado por su proyecto se acerca a la imbecilidad”.
A pesar de los premios, la sonoridad de Oliver Valdés destaca en la escena musical cubana, posicionándose como uno de los jóvenes instrumentistas más solicitados tanto por las bandas de la isla como por varios artistas internacionales.
Con ‘Nasobuco’, Oliver demostró que es igualmente talentoso en la composición como en el acompañamiento musical, y para enriquecer sus creaciones reunió a varios de los artistas más brillantes de la escena cubana, más allá del Jazz.
La lista incluye nombres reconocidos como Jorge Reyes, Barbarito Torres, Germán Velazco, Yosvany Terry, Jorge Luis Valdés Chicoy, Carlos Alfonso y Ele Valdés; junto a otros músicos más jóvenes, pero igualmente talentosos, como el propio Jorge Aragón, Gastón Joya, Yaroldy Abreu, Roberto Carcassés, Tony Rodríguez, Rolando Luna, Julito Padrón, Jamil Schery, Juan Carlos Marín, Alejandro Delgado, Eme Alfonso, Adonis Panter, Ramón Tamayo y Adonis Panter Jr.
Cada uno de los músicos invitados aporta con su interpretación matices sonoros que convierten este fonograma en un recorrido por la tradición y contemporaneidad del Jazz cubano, desde la perspectiva de Oliver y su experiencia acumulada durante los años sobre el escenario.
De los nueve temas de ‘Nasobuco’, siete son de la autoría y arreglos de Oliver, y en los otros dos comparte créditos con Julito Padrón y Alejandro Delgado. Como su nombre indica, el álbum fue grabado durante la pandemia en los Estudios Ojalá y posteriormente mezclado y masterizado en Los Ángeles.
El disco fue producido por NuCubMusic Project, un proyecto de Valdés, y por Four Wives, e incluye un video musical-documental del tema ‘El Necio’, además de un material demostrativo del proceso de trabajo (EPK).
Sobre el talento y dedicación de Oliver, como bien expresó Aragón, poco más se puede agregar. Desde los 16 años ha trabajado con grandes agrupaciones y músicos cubanos como Silvio Rodríguez, Leo Brouwer, Ibrahim Ferrer, Israel ‘Cachao’ López, Omara Portuondo, Murray, Bobby Carcassés e Isaac Delgado, entre otros.
Además, sus colaboraciones con destacados percusionistas como José Luis Quintana, Tata Güines, Pancho Terry, Giraldo Piloto, Samuel Formell, Enrique Plá, Don Famularo, Chuck Silverman y Aldo Mazza son extensas.
Oliver ha subido a los escenarios más importantes del mundo y, sin presumir de ello, ha regresado y continúa haciendo su música en Cuba.
Actualmente, se presenta en varios espacios de la capital cubana, ya sea junto a otros artistas o con su “sugerente” proyecto “Oliver y los que quedan”, en lo que parece un juego de palabras tan realista como los tiempos actuales en la isla.