Foto: Manuel Larrañaga
La crisis de medicamentos que enfrenta Cuba se ha convertido en una de las principales fuentes de preocupación para los cubanos en la actualidad. A pesar de que las autoridades sanitarias de la isla reportan una disminución en los casos de COVID-19, la escasez de medicamentos como antidepresivos, analgésicos, antibióticos y anticonceptivos continúa siendo alarmante. En respuesta a esta situación, las autoridades han implementado nuevas regulaciones; ahora, las recetas médicas solo son válidas por un periodo de una semana.
De acuerdo con las disposiciones actuales, las recetas médicas tienen una duración de 7 días desde su emisión. Para mejorar la eficiencia del proceso, las autoridades sanitarias han establecido que cada médico de la familia debe estar asignado a una farmacia específica, con la obligación de comunicarse semanalmente para informarse sobre los medicamentos disponibles.
No obstante, esta medida resulta insuficiente para satisfacer la demanda de los ciudadanos, ya que existen otros medicamentos que forman parte de planes de salud a largo plazo, conocidos como los que se gestionan a través de un «tarjetón».
“Este es un tema muy complicado, ya que nuestra empresa, junto al Ministerio de Salud Pública, elabora la planificación del programa de medicamentos del próximo año, aprobando los medicamentos según cada patología y dejando un porcentaje para nuevos casos. Sin embargo, el plan avanza por un lado y la demanda por otro, lo que genera constantes insatisfacciones”, señala Pedro Tanquero Riaño, director provincial de Farmacias y Ópticas en la ciudad de Matanzas, en una entrevista con la web de la televisora provincial TV Yumurí.
En este contexto, el funcionario admite que el inventario semanal de medicamentos no es suficiente para garantizar que todos los pacientes reciban los fármacos que necesitan.
En los últimos meses, la venta de medicamentos a través de redes informales ha sido objeto de críticas tanto de las autoridades como de la población en general, debido a que estas prácticas no solo lucran con necesidades básicas relacionadas con la salud, sino que además han provocado un incremento desmesurado en los precios de los medicamentos.
A lo largo de este año, la comunidad de cubanos emigrados y varios ciudadanos dentro de la isla se han organizado en redes y grupos de apoyo con el objetivo de llevar la mayor cantidad posible de medicamentos a quienes los requieren.
En una comparecencia especial en el programa Mesa Redonda, el primer ministro de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz, afirmó que la crisis de desabastecimiento de medicamentos que enfrenta el país se debe a la escasez de divisas y las restricciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, que afectan a los proveedores de estos y otros productos.
En la actualidad, Cuba produce e importa un total de 619 fármacos; de estos, 365 son fabricados por la industria nacional, mientras que los otros 254 son completamente importados.