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El 23 de marzo, se lanzará en la plataforma YouTube el documental «Demi Lovato: Dancing With the Devil», donde la reconocida cantante de 28 años comparte revelaciones sobre sus vivencias personales y profesionales.
Este proyecto se había planeado desde 2018, cuando Demi Lovato iba a filmar un documental sobre su gira mundial. Sin embargo, debido a una sobredosis que casi le costó la vida, el proyecto fue archivado.
La producción del documental se reanudó el año pasado, pero con un enfoque diferente. «En ese documental permitía que las cámaras mostraran solo la punta del iceberg. No revelaba lo que estaba sucediendo a puerta cerrada», comentó la artista.
En este trabajo, se incluyen testimonios de Demi, así como de sus amigos más cercanos y familiares, quienes comparten sus experiencias sobre las luchas de la cantante contra las adicciones y su trastorno alimentario.
El documental relata, por ejemplo, su recaída en el consumo de drogas y alcohol en 2018, que ocurrió apenas un mes después de celebrar seis años de sobriedad. Durante ese año, su asistente de entonces, Jordan Jackson, encontró a Demi inconsciente en su cama y rápidamente buscó ayuda.
Jackson describe en el documental cómo vivió esa experiencia: «Cuando llegaron los paramédicos, intentaron reanimarla. Hubo un momento en el que su cuerpo se volvió azul. Yo pensaba, ‘está muerta, seguro’. Fue la experiencia más impactante que he tenido en mi vida», cuenta Jackson.
«Sufrí tres accidentes cerebrovasculares, tuve un ataque cardíaco y experimenté daños. Ya no puedo conducir y tengo puntos ciegos en la visión, así que a veces, al servir un vaso de agua, no puedo ver la taza. Incluso tuve neumonía porque me asfixié, y padecí múltiples fallas en los órganos», revela Lovato.
Sin embargo, su problemática con las drogas la llevó a una experiencia aún más grave. En una de esas noches de sobredosis, fue víctima de abuso sexual por parte del individuo que le vendió las drogas: «Cuando me encontraron, estaba desnuda, estaba azul. Literalmente, pensaron que estaba muerta después de que él se aprovechó de mí. Y cuando desperté en el hospital, me preguntaron si había tenido relaciones sexuales consensuadas. Tuve un destello de él encima de mí y, en ese momento, dije que sí».
Desafortunadamente, ese suceso se repitió, ya que sufrió otra agresión sexual. «Sé que lo que diré impactará a muchos, pero cuando era adolescente perdí mi virginidad en una violación. Llamé a esa persona un mes después e intenté arreglar las cosas para recuperar el control, pero solo logré sentirme peor», explicó.
Todo esto se sumó a la presión de mantener una imagen perfecta: «Es parte de esa cultura de Disney que impone la idea de esperar hasta el matrimonio».
En relación con su trastorno alimentario, Demi menciona que luchó intensamente contra la bulimia durante su adolescencia: «Me afectó tanto que comencé a vomitar sangre». En 2018, relata, sufrió una recaída: «Ya estaba involucrada en ejercicio excesivo y una dieta extrema, además de tener personas a mi alrededor que vigilaban mi ingesta de alimentos. Me sentía miserable y terminé quebrada», informa una nota de Telemundo.