Cuba, una nación sin determinación.

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Roy Leyra | CN360

Texto: Hugo León

¿Algún cubano que resida en la isla recuerda la experiencia de desayunar con huevos fritos o tortilla, incluso si es solo durante el fin de semana? Aunque parezca un chiste, es en realidad un tema serio: una vez más, un producto que debería ser común y que solía estar disponible hace algunos años, se ha convertido en un lujo.

Esto ha ocurrido en diferentes momentos con el aceite, los cigarros, el pan y, más recientemente, los huevos. Todos estos productos son de producción nacional, pero su costo es exorbitante y, por lo general, son difíciles de conseguir.

Un cartón de huevos, por ejemplo, oscila entre mil 500 y mil 700 pesos en La Habana, mientras que en el centro del país es un poco más barato, alrededor de mil 300. A esto se añade la dificultad de encontrarlos, que podría parecer un problema menor, pero se convierte en un reto significativo.

A raíz de la espiral inflacionaria que afecta a Cuba, un cartón de huevos cuesta tanto como la pensión completa de varias categorías de jubilados, o la mitad del salario mínimo de un trabajador cubano.

La canasta básica establece, en general, un límite de cinco huevos por consumidor al mes, con un costo de dos pesos y 20 centavos, aunque en ocasiones se pueden conseguir siete unidades por el mismo precio. En contraste, hace menos de cinco años, se asignaban al menos 11 huevos por persona a un precio que era menos de la mitad del actual.

Tampoco es factible encontrar este producto en venta liberada, como era común hace algunos años, por lo que observar a una persona con dos o tres cartones de huevos en la calle ya no solo es poco frecuente, sino que en muchos casos puede ser considerado ilegal.

En los barrios periféricos de La Habana, era habitual que los vendedores de huevos gritaran a voz en cuello frente a los edificios, anunciando cartones a 60 pesos. Después, esos precios subieron a 100, 150, 300… hasta que finalmente desaparecieron los vendedores y, con ellos, los huevos.

¿Dónde está el problema, en la gallina o el huevo?

De igual manera que en el dilema de quién llegó primero, la gallina o el huevo, se puede cuestionar dónde radica el problema que impide que lo que antes se conocía como “salvavidas” sea tan esquivo en las mesas cubanas en la actualidad.

En 2019, las autoridades cubanas señalaron que había una crisis en la industria avícola de la isla, atribuida a la falta de producción de huevos, y que esta situación derivaba de un atraso en los insumos necesarios para elaborar el pienso para alimentar a las aves.

Sin embargo, en varios momentos de ese año, los medios estatales publicaron reportajes que señalaban tanto los desafíos de la industria avícola como los incrementos en los niveles de producción, e incluso preveían sobrecumplimientos en ciertos casos.

Mientras tanto, desde las empresas avícolas se argumentaba que la eficiencia de la producción rondaba el 70 por ciento; es decir, que de cada 100 gallinas, 70 ponían al menos un huevo diariamente.

Tres años después, se puede afirmar que la situación es peor, pues actualmente los huevos son tres veces más caros.

En Ciego de Ávila, por ejemplo, una provincia clave en la producción nacional de huevos, empresas que en su momento llegaron a producir 126 millones de huevos al año, cerraron septiembre con apenas 60 millones, según reportes de la prensa local.

Según estos datos, publicados hace unos tres meses, más de la mitad de las gallinas en esa provincia no están produciendo huevos. El artículo señala que muchas gallinas han pasado varios días sin comer, y otras han tenido acceso a una escasa mezcla de proteínas. Algunas no han recibido el agua a tiempo debido a cortes de corriente o no tienen suficiente luz para estimular la puesta; otras han estado produciendo durante más meses de lo recomendado, entre otras razones.

En Santiago de Cuba, la situación es aún más crítica. Según el periódico Invasor, el porcentaje de ponedoras apenas alcanzaba el 10 por ciento, es decir, de cada 100 gallinas, solo 10 estaban produciendo huevos diariamente.

Todo esto influye en que los huevos escaseen. De acuerdo con la directora de la Empresa Avícola de Ciego de Ávila, Katia Leyda Martínez, el país necesita cerca de seis millones de huevos al día para sus necesidades prioritarias, pero la producción actual apenas alcanza de dos a tres millones.

Por ahora, tal vez lo más prudente sea guardar un poco de aceite, para cuando finalmente lleguen los huevos, y así poder disfrutar de recetas tan “exclusivas” como el arroz con huevo frito y platanitos fritos, que tanto le gustan a los cubanos… si es que conseguimos también los platanitos.

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