Autor: Raúl del Pino
Fotografías: RL Hevia
Después de más de medio siglo, la selección cubana de baloncesto logró derrotar a Estados Unidos en un partido oficial. La emocionante confrontación que tuvo lugar este domingo en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana, se inscribe con letras doradas en la historia del deporte cubano.
Con un amplio marcador de 81-67, en el marco del clasificatorio para la Americup 2025, se cerró un triste capítulo de derrotas que se remontaba a 1971, cuando el equipo cubano que participaba en los Juegos Panamericanos de Cali se impuso 73-69 a la selección estadounidense allí presente.
Desde el primer instante del partido, los miles de espectadores en el emblemático pabellón habanero sospecharon que ese día se estaban forjando nuevos hitos. El entrenador Osmel Planas envió a la cancha a los mejores jugadores del equipo, muchos de los cuales habían estado ausentes en el encuentro anterior por motivos ajenos a su control, y la diferencia se notó inmediatamente.
La pizarra, con un 26-10 a favor de Cuba tras el primer cuarto, enviaba un mensaje contundente a los visitantes, quienes apenas tres días antes habían dominado como locales en Osceola, enfrentando a una Cuba limitada a solo siete jugadores. Para agregar a la situación, el triple, que ha sido el mejor recurso de los estadounidenses, falló durante todo el partido convirtiéndose en un factor clave.
Sin embargo, en el segundo cuarto, Estados Unidos ajustó ciertos aspectos de su juego y logró reducir la desventaja a menos de 10 puntos, llegando al descanso con un 41-32 a favor de los anfitriones.
La resolución del encuentro tuvo lugar en el tercer cuarto, donde nuevamente Cuba salió con gran ímpetu del vestuario, ampliando su ventaja hasta los 20 puntos antes de encarar el último y decisivo período. A pesar de que cualquier espectador podría haber pensado que la victoria era segura, los estadounidenses no se rindieron y trataron de descontar paulatinamente, aunque al final su esfuerzo resultó insuficiente, a pesar de dominar el cuarto con un parcial de 15-9.
🏀 Clasificatorias de la Copa América de FIBA 🌍
🔥 Jornada 2
🏟 Coliseo de la Ciudad Deportiva
⏰ Finalizado
1⃣ 2⃣ 3⃣ 4⃣ 🔢
🇺🇸 USA 10 22 20 15 67
🇨🇺 Cuba 26 15 31 09 81
📊 Rendimiento individual
🇨🇺 Pedro Bombino: 19 Pts
🇨🇺 Marcos Chacón: 13 Pts
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— Círculo de Espera (@CirculodEspera) 26 de febrero de 2024
La victoria cubana puede ser analizada tanto desde el trabajo en equipo como a través de las destacadas actuaciones individuales de ciertos jugadores que fueron cruciales en momentos clave. Es impresionante observar el alto porcentaje de aciertos desde la línea de libres, alcanzando un notable 88 por ciento (22-25).
El rendimiento de los jugadores de la banca resultó igualmente fundamental, con 44 puntos aportados, siendo Pedro Bombino el líder con 19 puntos provenientes del banco, alcanzando una valoración de 22, lo que lo convirtió en el mejor del partido.
Otra figura destacada fue Howard Sant-Ross, quien hizo historia al vestir la camiseta nacional por primera vez en su carrera. El jugador del Murcia en la Liga española tuvo una actuación sólida, anotando seis puntos, capturando cinco rebotes, realizando tres asistencias y robando el balón en tres ocasiones, mostrando su impacto en ambos lados de la cancha.
Asimismo, Jasiel Rivero, una de las estrellas del equipo, dominó la zona pintada al aportar 11 puntos y nueve rebotes, lo que le valió una eficiencia de 16 al final del encuentro. Los bases Tito Casero y Marcos Chacón también contribuyeron, sumando entre ambos 20 puntos a la causa cubana.
El desenlace podría haber sido diferente para Estados Unidos si sus jugadores hubieran tenido un mejor desempeño en el tiro de larga distancia. A lo largo del partido, solo acertaron un único tiro de tres puntos de 16 intentos, logrando un pobre 6.25% de efectividad. En el baloncesto actual, estas estadísticas son decisivas.
A pesar de dominar la cancha en muchos aspectos del juego, el éxito de Cuba trasciende lo meramente deportivo, algo que sucede frecuentemente al vencer a un equipo estadounidense. Esta victoria es especialmente placentera tras la dura derrota sufrida días antes por 79-100, en un encuentro desigual donde el equipo caribeño enfrentó cinco ausencias antes del comienzo en el Silver Spurs Arena.
Con el actual grupo de jugadores, que cuenta con la experiencia de veteranos como Jasiel Rivero y la incorporación de nuevos talentos como Sant-Ross, Cuba tiene la oportunidad de consolidar su lugar en el baloncesto regional, algo que su afición ha esperado durante años.
En la próxima ventana de noviembre, el equipo se medirá ante Puerto Rico y Bahamas, ambas veces como local en La Habana. Estos partidos serán cruciales para las aspiraciones de clasificar al evento continental del próximo año, ya que en febrero de 2025 se enfrentarán nuevamente a los mismos rivales, pero esta vez fuera de casa.
Además, será fundamental que el nuevo entrenador cubano mantenga la base de este plantel, y que pueda convocar a otros jugadores destacados que brillan fuera de la isla. La Federación Cubana de Baloncesto también debe trabajar mejor para asegurar la inclusión de todos los convocados con suficiente anticipación.