La radio, ese medio de comunicación que se entrelaza con la historia de la nación cubana, ¿es para los cubanos de hoy una reliquia del pasado o una plataforma activa en el presente? Al no requerir grandes cantidades de atención, se ha argumentado que este medio puede compartir el protagonismo con tareas domésticas, al conducir un auto, o tal vez en las largas horas de apagón actuales, cuando los cubanos encienden la radio en un intento por evadir la penumbra y el calor de la situación que enfrentan.
Al dialogar con la mayoría de los cubanos que residen en la isla, muchos evocan recuerdos de algún programa radial específico que solían escuchar mientras eran cuidados por una abuela o tía, o incluso en su camino a la escuela. Y si pertenecían al grupo de los afortunados, quizás disfrutaban de un noticiero radial en el automóvil de alguno de sus padres.
El próximo 22 de agosto, la radio en Cuba celebrará su primer siglo de existencia. En un mundo donde este medio se reinventa e incluso genera “descendientes” como los podcasts, persiste la pregunta de si se ha convertido en una simple imagen del pasado, o si hoy en día los jóvenes cubanos siguen sintonizando la radio, aunque tal vez con menos padres y madres que tengan autos, pero siempre con abuelas y tías que los cuidan.
En la actualidad, se está llevando a cabo en el Hotel Capri el Coloquio Científico Centenario de la Radio Cubana. Sin embargo, más allá de idealizaciones teóricas o de supuestos desafíos que enfrenta la radio en Cuba, hay una escasez de cifras sobre el consumo o indicadores estadísticos que permitan conformar un panorama más claro del uso actual de la radio en la isla caribeña.
Algunas de las últimas investigaciones disponibles en la web datan de casi una década o más. Entre las más recientes, se estima que el consumo de radio en Cuba alcanza al 80 por ciento de las personas mayores de 15 años, una cifra que genera aún más interrogantes, ya que parece no alinearse con la realidad cotidiana.
Por otro lado, un estudio del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), titulado “Los Medios de Comunicación Masiva y las NTICs: su papel en la socialización de adolescentes y jóvenes”, señala que dentro del grupo etario, los jóvenes son quienes menos consumen radio en el país.
Ahora que las autoridades cubanas están promoviendo una nueva ley de comunicación, donde una de las principales novedades es la posibilidad de insertar publicidad en los medios, surge otra interrogante relacionada con la radio. ¿Tendrán en cuenta los redactores del decreto la frecuencia de uso real y actualizada de la plataforma, así como las experiencias publicitarias que se implementaron en Radio Taíno?
Dicha emisora fue durante mucho tiempo la única autorizada para insertar publicidad, justificando que su público objetivo era el turismo que llegaba a la isla caribeña, situación que también vivió posteriormente el canal Cubavisión Internacional.
Dado que Cuba forma parte del subcontinente latinoamericano, donde la radio navega entre el empoderamiento comunitario y grandes conglomerados informativos, cabe preguntarse cuál es la posición de la radio nacional y si representa un elemento de interés para sus públicos potenciales.