Foto: Facebook
Félix Isasi Mestre, la leyenda del béisbol cubano, falleció hace pocas horas en Matanzas a causa de una insuficiencia cardíaca a la edad de 78 años.
Conocido como el hombre de la bola escondida, el exjugador será velado en el Salón de la Fama del Estadio Palmar de Junco durante esta mañana, y su sepelio se llevará a cabo alrededor de la una de la tarde de hoy viernes.
Isasi debutó en la III Serie Nacional de Béisbol a los 17 años, y en su primer juego se enfrentó a Manuel Alarcón, conectando de 4-2. El matancero era reconocido por su excepcional juego defensivo y habilidad para pivotear en la segunda base. También destacó como uno de los más eficientes estafadores de bases en las Series Nacionales.
Se recuerda con admiración el famoso triángulo de “Los Tres Mosqueteros”, que formó junto a Wilfredo Sánchez y Rigoberto Rosique en los Henequeneros en los años 70, ganándose el cariño de los fanáticos durante varias temporadas.
Estos tres jugadores se destacaron por su destreza y velocidad en las bases, con Wilfredo en la primera posición, seguido por Rosique y cerrando el trío Isasi.
Félix participó en 18 Series Nacionales, acumulando 3,902 turnos al bate, anotando 571 carreras, con 1,142 hits, 181 dobletes, 17 triples y 45 jonrones. Además, logró estafar 231 bases, aunque fue sorprendido en 85 ocasiones. Su promedio de bateo fue de .293.
Formó parte de la selección nacional en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, en 1967, y participó en seis Series Mundiales, tres Panamericanos y dos Centroamericanos y del Caribe.
Su promedio en Series Mundiales fue de .346 (225-78), en Panamericanos de .333 (90-30) y en Centroamericanos de .333 (42-14). Destaca por haber ocupado el segundo y tercer lugar en la alineación del equipo nacional durante casi una década, sumando 122 hits en 357 turnos para un promedio de .342.
Se dice que Félix Isasi fue el primer jugador en captar la atención de los scouts tras la erradicación del profesionalismo en Cuba.
Hace poco más de un año, Félix Isasi denunció el abandono que sufren las instituciones deportivas cubanas en su ciudad natal de Matanzas. En una entrevista con el periódico local Girón, comentó que acudía a las entidades deportivas para exigir respuestas a sus peticiones, pero siempre encontraba excusas: “Ya no escondo la bola: ahora me la esconden a mí”, lamentó el exestelar segunda base en aquel momento.