Impedir la entrada del coronavirus en las células humanas.

Lo más Visto

Foto: tomada de El País

Un conjunto de científicos italianos ha conseguido bloquear la entrada del virus SARS-CoV-2 a las células huésped, utilizando un aptámero de ADN que se une al aminoácido K353, que permite al virus ingresar en el organismo.

Los investigadores afirman que “este estudio abrirá la puerta a un nuevo enfoque terapéutico de precisión para prevenir infecciones graves por coronavirus, sin activar el sistema inmunológico ni causar efectos secundarios significativos”.

Según el medio digital argentino Infobae, el descubrimiento es resultado de un trabajo conjunto entre el Instituto Italiano de Tecnología, la Scuola Superiore Sant’Anna y la Universidad de Milán, publicado recientemente en la revista Pharmacological Research.

La fuente especifica que Paolo Ciana, profesor de Farmacología en la Universidad de Milán; Vincenzo Lionetti, profesor de Anestesiología en la Scuola Superiore Sant’Anna, y Angelo Reggiani, investigador en Farmacología del Instituto Italiano de Tecnología, iniciaron la investigación aplicando estrategias de pensamiento lateral.

Los expertos explicaron que, para infectar, el SARS-CoV-2 debe unirse a una proteína en la superficie de la célula huésped, conocida como ACE2, que actúa como un receptor para el virus y permite su entrada a la célula.

Se plantearon la posibilidad de bloquear la infección por alguna variante del SARS-CoV-2, ocultando el aminoácido «K353» del receptor ACE2, que es utilizado por el virus para acceder a las células del cuerpo.

Fue entonces cuando decidieron utilizar un aptámero de ADN, que es una cadena simple de oligonucleótidos, capaz de unirse específicamente a K353, haciéndolo inaccesible a la proteína de pico de cualquier coronavirus y así previniendo la infección celular.

Angelo Reggiani mencionó que como resultado del estudio han identificado dos aptámeros que se unen eficazmente al receptor ACE2, formando un tipo de pantalla protectora que oculta la puerta de entrada del virus.

Para llevar a cabo este proyecto, los especialistas reprodujeron en computadora la porción de ACE2 que contiene K353 y realizaron un cribado in vitro con millones de aptámeros (fragmentos de ADN creados artificialmente), hallando dos que se adhieren de manera efectiva a esta región de ACE2, ocultando su presencia al virus.

“Realizamos el estudio en líneas celulares -continuó Reggiani-, inicialmente utilizando una parte de la proteína de pico y luego desarrollando la infección real por coronavirus en las células, y los resultados confirmaron que nuestra idea inicial era correcta: gracias a los aptámeros, el virus no se unió a las células, ya que no encontró lo que hemos definido como la entrada, que es el K353”.

Según los científicos, el próximo paso para el desarrollo de una nueva terapia contra la COVID-19 se compone de dos etapas: la primera es encontrar una formulación que permita al medicamento llegar a su objetivo. “Los aptámeros, una vez ingresan al torrente sanguíneo, son muy inestables, por lo que es crucial evitar que se degraden”.

La segunda etapa sería validar que la terapia potencial no sea tóxica para los humanos. “Sabemos que los aptámeros son no inmunogénicos, lo que significa que no provocan una respuesta inmunitaria, pero no podemos predecir de antemano si, como sustancia química, pueden causar efectos secundarios”, añadieron.

“La gran ventaja es que el aptámero no depende de la existencia de mutaciones, por lo que podría ser efectivo contra todas las variantes. De hecho, las mutaciones no afectan la puerta de entrada a la célula. En teoría, el medicamento podría ser eficaz contra cualquier tipo de coronavirus que utilice la proteína de pico para infectar células humanas a través del receptor ACE2”, concluyeron.

Más Noticias

Últimas Noticias