Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
El ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, comunicó que la implementación de las actualizaciones a la política de comercialización de vehículos en la isla está sufriendo un retraso debido a la necesidad de conciliar y ajustar las normativas con los organismos estatales involucrados.
De acuerdo con lo publicado en su cuenta de Facebook, el titular del ministerio indicó que en las últimas semanas se han recibido numerosos comentarios, tanto públicos como privados, consultando sobre la entrada en vigor de la mencionada actualización.
A pesar de la información proporcionada por los medios de comunicación y las redes sociales, Rodríguez admitió que “esperábamos que ya estuviese en vigor por estos días” la norma, pero se ha requerido más tiempo.
“Entendemos las preocupaciones de todos”, agregó el ministro, especialmente de quienes “aguardan con ansias las normas jurídicas que respaldan las decisiones anunciadas sobre la comercialización de vehículos”.
Fue entonces cuando explicó que “la conciliación y los ajustes finales de las normas con todos los organismos y entidades que participan han tardado más de lo previsto. Esperamos culminar pronto y poder informarles con todos los detalles”.
Como se ha dado a conocer a través de varios medios, la actualización de la política abarca aspectos como la transmisión de la propiedad de vehículos de motor y la comercialización en moneda libremente convertible.
Estas disposiciones fueron aprobadas mediante el Decreto 83/2023, que tiene como propósito optimizar el acceso a vehículos y generar ingresos para la recuperación del transporte público en Cuba.
En julio pasado, el propio ministro anunciaba la nueva política orientada a la comercialización de vehículos, con el fin de modernizar el parque automotor, alcanzar una mayor seguridad vial, promover la producción y fomentar un mayor uso de vehículos con energías limpias, facilitando nuevos medios de transporte para la sociedad.
Entre las novedades de la normativa se incluye la posibilidad para quienes tienen misiones en el exterior de importar vehículos; además, se ha incorporado la importación de ciclomotores y motocicletas de combustión de baja cilindrada (250 cc), tanto con sidecar como sin él, tanto por vía de pasajeros o por envío, así como la importación de triciclos eléctricos con capacidad superior a dos plazas o con capacidad de carga, destacando la preferencia por aquellos que cuentan con paneles solares, que tienen beneficios arancelarios.
Asimismo, como parte de la actualización se mencionó entre los cambios fundamentales la venta en pesos cubanos (CUP) de una parte de los vehículos. Según fuentes oficiales, se podrían comercializar en CUP aquellos autos que finalizan su explotación en la renta para el turismo, siendo la empresa SASA la encargada de esta gestión.