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Según informa The New York Times, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría considerar al senador cubanoamericano Marco Rubio para el cargo de Secretario de Estado. Sin embargo, ¿qué tan factible es esta posibilidad?
A pesar de que con Trump todo es incierto, algunas fuentes cercanas sugieren que Rubio es un candidato sólido para ocupar ese puesto, especialmente por su experiencia y el simbolismo que representa como líder latino en el Partido Republicano.
Si asumiera esta responsabilidad, Rubio se convertiría en el primer latino en liderar la diplomacia estadounidense, lo que tendría un impacto significativo en la comunidad hispana de Estados Unidos y en la política exterior de la próxima administración republicana.
La congresista cubanoamericana, María Elvira Salazar, ha reaccionado a esta posible nominación, a pesar de que aún hay que esperar la decisión final.
Desde su elección al Senado en 2010, Marco Rubio ha sido conocido por sus posturas firmes contra países como China e Irán, logrando el respaldo de los sectores más conservadores que lo ven como un defensor de la seguridad nacional y una figura clave para mantener una política exterior activa.
Asimismo, durante su trayectoria política, ha expresado su oposición a los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, respaldando las restricciones diseñadas para debilitar esos gobiernos autoritarios.
Rubio también podría actuar como un enlace en la región, apoyando los objetivos estratégicos de la Casa Blanca y reforzando alianzas con países que comparten valores democráticos.
Su designación al frente del Departamento de Estado también representaría una notable reconciliación política con Trump, ya que su relación anterior no siempre fue cordial.
Aunque Trump prevé una política restrictiva hacia la inmigración, la administración parece reconocer la importancia de los votantes hispanos, especialmente en Florida, donde Rubio ha mantenido una sólida base de apoyo.
Diversos analistas internacionales afirman que la inclusión de Marco Rubio en el gabinete de Trump podría funcionar como una estrategia para acercarse más a la comunidad latina, al demostrar una disposición a incorporar a líderes de raíces hispanas en puestos de alto poder.