Texto: Alejandro Varela
Yuliesky Gourriel Castillo, en esencia, ya no existe. Ese nombre lo llevó a la fama en Cuba hace dos décadas cuando era solamente un adolescente y, a partir de allí, se convirtió en el deportista más querido de la isla. Ni Mijaín López, ni Omar Linares, ni las Morenas del Caribe, ningún otro atleta ha estado tanto tiempo bajo el foco mediático -para bien o para mal- como el ex número 10 del equipo de las cuatro letras.
Ahora su primer apellido ha cambiado y ha despojado del segundo. Actualmente se llama Yuli Gurriel y juega en los Astros de Houston de las Grandes Ligas de Estados Unidos. Luce un corte de cabello que se ha vuelto popular en Texas y en cualquier rincón del mundo donde se siga el béisbol cubano. Alcanzó el más alto nivel del béisbol global en 2016 y, a sus 37 años, está a punto de hacer historia… una vez más.
En términos generales, este podría ser el resumen del mediano de los tres hermanos Gurriel, todos hijos de Lourdes, uno de los protagonistas de las selecciones cubanas invencibles de las décadas de 1980 y 1990. Yuliesky, o Yuli, ha superado el legado de su padre en habilidad, pero no en popularidad, ya que todavía hoy, cuando no tiene nada que demostrar, emergen detractores que intentan restarle valor a sus logros.
Convertido en un personaje mediático gracias a Julita Osendi y las transmisiones de Tele Rebelde, cargó desde joven con la presión de los equipos nacionales que siguieron a aquellos de Linares, Pacheco y Kindelán. Y cuando los resultados no fueron lo que se esperaba, gran parte de la afición lo señaló como el responsable.
Con esa dualidad de amor y odio, transitó durante 15 años por las Series Nacionales, generando polémica en sus tres últimas temporadas cuando jugó con el número 01 de los queridos Industriales de La Habana. Y tras unirse a los Astros, continuó enfrentándose a críticos que evaluaban su rendimiento, incluso después de levantar el trofeo de la Serie Mundial en su segunda temporada.
Yuli Gurriel thrilled for his teammates and Astros fans (in English!): “I want to say thank you to the fans, my teammates, the whole city.” pic.twitter.com/GY9e1xfRuN
— Mark Berman (@MarkBermanFox26) October 1, 2021
Sin embargo, sus críticos tuvieron que guardar silencio en 2021, ya que Yuli ha logrado reinventarse ante todos los pronósticos y, a solo un paso del final del campeonato, se encuentra disfrutando la posibilidad de alcanzar el título de los bateadores de la Liga Americana, algo que ningún cubano ha logrado desde el mítico Tony Oliva hace cinco décadas.
Cuando se menciona a peloteros cubanos en Grandes Ligas, incluir al jardinero pinareño es inevitable, especialmente por sus tres títulos de bateo en el nuevo circuito (1964, 1965, 1971), mientras defendía los colores de los Mellizos de Minnesota, el único equipo que representó durante sus quince años en la Gran Carpa.
Ningún otro jugador nacido en la isla ha logrado obtener un trofeo de esta naturaleza, lo que hace aún más impresionante la hazaña que Yuliesky está a punto de alcanzar. Solo le separan tres partidos de los Atléticos de Oakland y sus principales competidores son su compañero en los Astros, Michael Brantley, y Vladi Guerrero Jr., de los Azulejos de Toronto.
Gurriel comenzará la última serie del campeonato con un promedio ofensivo de .316, el mejor de su liga y tercero en toda la MLB. En tanto, el toletero dominicano aparece con tres puntos menos (.313), mientras Brantley acumula .312. Todo indica que será una batalla feroz hasta el final, ya que los tres presentan excelentes cifras frente a los oponentes que enfrentarán a continuación.
Yuli conecta para .357 contra el pitcheo de los Atléticos este año, con 20 hits en 56 turnos, incluidos seis dobles y un jonrón. Brantley, por su parte, también ha causado estragos en los lanzadores de Oakland con 16 indiscutibles en 49 apariciones al bate (.329), con cinco dobles, un triple y un cuadrangular.
No obstante, quien parece que tendrá mejores resultados es el fenómeno Vladi Jr., el principal verdugo de los lanzadores de los Orioles. El tercer bate de Toronto tiene de 49-16 ante el equipo de Baltimore, para un average de .349, pero lo más impresionante son las 10 ocasiones en que ha enviado la pelota fuera de los límites contra ese cuerpo de lanzadores.
Con las cartas a favor de Yuli Gurriel, la carrera por el título de bateo del nuevo circuito promete grandes emociones hasta el final y un cierre de fotofinish. Si el cubano logra conseguirlo, sus detractores quedarán, esta vez esperemos que de manera definitiva, sin argumentos para arremeter en su contra.