Hace algunas semanas, examinamos el panorama cambiario de las divisas en Cuba en el contexto del reordenamiento económico cubano y el aumento del dólar frente a la moneda nacional. Sin embargo, el enfoque ha cambiado debido a la regulación que prohíbe a los cubanos depositar dólares en los bancos nacionales, moneda que les permitía— a quienes la poseen— realizar transacciones en el territorio nacional y, especialmente, comprar en las tiendas MLC. El panorama económico ha sufrido cambios rápidos en los últimos meses; el euro se ha consolidado como la moneda extranjera más fuerte en la isla, mientras que el valor del dólar, que al principio parecía caer sin control, se ha estabilizado por encima de los 60 CUP y muestra una tendencia al alza.
Las previsiones iniciales sobre el producto interno del dólar en relación al CUP fueron tan variables como el propio valor de la moneda estadounidense. En el mercado negro, consultando sitios como Revolico, Porlalivre o grupos de Telegram y WhatsApp, dedicados al intercambio de divisas, se comenzó a negociar a precios bastante bajos, considerando que el costo previo rondaba los 70 CUP. No fueron pocos quienes lo ofrecieron a 35 o 40 pesos, acompañados de mensajes que afirmaban que continuaría bajando.
Otros usuarios de estos sitios también insistían en un cambio urgente, alegando que el dólar se vendería a precios mínimos en muy poco tiempo. Sin embargo, nada de esto ocurrió, a pesar de los esfuerzos iniciales del gobierno para frenar o eliminar su circulación y de quienes intentaron aprovechar la incertidumbre para adquirirlo a precios más bajos, tal vez con la intención de revenderlo cuando la situación se estabilizara. La moneda estadounidense se recuperó de su caída inicial, tal como previeron muchos economistas, comenzando a subir hasta situarse en torno a los 60 CUP.
Era previsible el incremento del euro, que actualmente se mantiene por encima de los 77 CUP y llega a cotizarse a 80 o más. En este momento, se puede afirmar que hay más demanda que oferta de esta moneda en Cuba, resultado de una drástica disminución del turismo europeo debido a la pandemia de COVID-19, la cual, por cierto, vive en Cuba un periodo alarmante debido al descontrolado número de contagios.
Este panorama monetario también ha impactado considerablemente a la comunidad cubana en el extranjero, especialmente en Estados Unidos. Los medios de comunicación desde ese país, especialmente desde Florida, reportan un notable aumento en la venta de euros, un fenómeno sin precedentes en este tipo de transacciones. La lógica detrás de estos giros de cambio responde a los envíos de remesas a familiarizados en la isla, cuyo objetivo principal es asegurar que ellos puedan subsistir o vivir lo mejor posible en medio de la grave crisis económica. Para ello, necesitan recibir euros que les permitan comprar en las tiendas MLC los productos que el gobierno no ofrece en el resto de la red comercial o en la llamada libreta de abastecimiento.
El entramado es complejo y merece un análisis más profundo. Aunque el gobierno de la isla ha comunicado que la decisión de eliminar “temporalmente” el depósito de dólares en los bancos se debe a que el embargo de Estados Unidos complica su uso en el sistema bancario internacional, muchos cubanos no han logrado comprender acabadamente esta medida, la cual tampoco ha sido bien recibida por reconocidos economistas.
“En una economía donde la tasa oficial no es relevante para los individuos, donde la confianza en la moneda local es baja y donde el mercado en moneda extranjera sigue expandiéndose, es crucial contar con divisas como medio de intercambio y de ahorro. La medida “destrona a un rey” (USD) para instaurar otro, probablemente el euro. Y si el Estado no se encarga del cambio entre esas monedas y del intercambio entre ellas y el CUP, el mercado informal se encargará de ello. Los actuales dólares no desaparecerán. Además, la medida parece anticipar un escenario de depósitos significativos de dólares antes del 21 de junio, lo que podría devaluar aún más el CUP a corto plazo en el mercado informal, aunque no está claro si tal escenario se concretará”, comentó el destacado economista Pedro Monreal en una entrevista con la revista OnCuba.
“A largo plazo, el USD y el CUP podrían devaluarse frente al euro. Esta medida también dificultaría las condiciones de financiamiento para el sector privado nacional, incluyendo la producción agropecuaria, en medio del delicado proceso de recuperación de la crisis actual”, añadió.
La imposibilidad de los cubanos para depositar dólares desde la isla en las tarjetas MLC llevó a muchos a suponer que el tráfico hacia las tiendas en divisas podría disminuir. Sin embargo, en recientes recorridos de Cuba Noticias 360 por estos establecimientos, se constató que las colas se mantienen más o menos igual y que las ofertas en sus anaqueles no han variado ostensiblemente.
Los dólares, como pronosticaron varios economistas, tampoco han abandonado el mercado cubano. Ahora son adquiridos especialmente por quienes viajan al exterior, incluyendo a muchas personas que continúan ejerciendo la actividad de “mulas” para traer mercancías que son prácticamente imposibles de conseguir en la Cuba de hoy. Por esta razón, se venden a un precio desmedido en un mercado informal que debe ser considerado para entender la realidad económica cubana.
Es fácil prever que el euro continuará dominando entre las divisas extranjeras en la isla y que su precio frente al CUP podría seguir en ascenso. El problema principal es que el acceso a esta moneda seguirá siendo restrictivo para la mayoría de los cubanos, especialmente para aquellos que todavía perciben un salario bajo que les impide satisfacer la mayoría de sus necesidades económicas, manteniendo el acceso al euro y a las tiendas MLC como un sueño lejano o inalcanzable.