Foto: RRSS
Texto: Hugo León
El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil ha declarado la Fase Recuperativa para los municipios de Maisí, Baracoa, Imías y San Antonio del Sur, en la provincia de Guantánamo, a partir de las 8:00 pm del jueves. Una de las primeras acciones que se llevarán a cabo es el conteo de viviendas afectadas por el huracán Oscar.
Informes preliminares indican que, solo en Baracoa, el huracán impactó a más de cuatro mil 800 viviendas y se anticipa que la cifra total de casas dañadas en toda la provincia de Guantánamo se duplique, cuando se realice el conteo oficial.
En Baracoa, se reporta el colapso total de alrededor de veinte casas, mientras que otras 149 han sufrido derrumbes parciales. Casi mil 300 viviendas han quedado completamente sin techo y aproximadamente tres mil 300 han sufrido daños parciales en sus techos.
Baracoa fue uno de los territorios más afectados por el huracán Oscar, aunque las comunidades de Maisí, Imías y San Antonio del Sur también soportaron fuertes embates, todos en la provincia de Guantánamo.
En cuanto a Imías y San Antonio del Sur, se esperan informes de daños en cientos de viviendas. Aunque no son municipios tan grandes como Baracoa, el huracán azotó severamente la zona y las inundaciones afectaron prácticamente a todas las casas en ambos lugares.
Incluso antes de la llegada del fenómeno meteorológico, se anticipaban grandes daños debido a la baja velocidad de traslación del huracán y a la limitada posibilidad de información y preparación para decenas de miles de personas que residen en los municipios afectados. Esta situación estuvo relacionada con un apagón nacional que duró más de 90 horas, dejando al país a oscuras.
De este modo, las comunicaciones y el acceso a la prensa y a información actualizada se volvieron difíciles para los residentes de la región más oriental de Cuba.
Los daños a las viviendas tras cada huracán que golpea Cuba acercan al país aún más a la crisis habitacional que enfrenta. En 2020, el déficit de viviendas en la isla era de 862 mil 879 unidades, mientras que casi el 40 por ciento del parque habitacional existente se encontraban en condiciones técnicas regulares o malas.
Estos datos, proporcionados por las más altas autoridades del país, contrastan con lo que anunció hace ocho años el actual presidente Miguel Díaz-Canel, quien aseveró que en 10 años podría solucionarse el problema de la vivienda en la isla y presentó un ambicioso plan para ello.
No obstante, el plan se ha topado rápidamente con la falta de inversiones en el sector y la ausencia de financiamiento externo, puesto que la construcción de viviendas para la población, tal como está prevista en la isla, no genera divisas ni beneficios económicos, lo que la aleja de las prioridades de la nación.
Mientras tanto, Cuba destina cada año cientos de millones a la construcción de hoteles, con la esperanza de que el turismo vuelva a despegar y se convierta nuevamente en el motor de la economía nacional.