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En medio de una crisis sin precedentes que ha dejado al país sin electricidad por más de 24 horas, fuentes oficiales han informado sobre la destitución del gobernador y vicegobernador de la provincia oriental de Las Tunas.
El gobernador, Jaime Ernesto Chiang Vega, presentó su renuncia tras reconocer errores en el desempeño de sus funciones. Por su parte, el vicegobernador, Ernesto Luis Cruz Reyes, enfrentó un proceso de revocación debido a violaciones en el ejercicio de sus responsabilidades.
La breve nota oficial señala que, «considerando la suspensión de funciones del Vicegobernador, se ha designado provisionalmente al compañero Eduardo Walter Cuelí, actual Coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno provincial, como nuevo Gobernador».
No obstante, no se especificaron los errores cometidos ni se prevé que se aclaren, dado que una situación similar ocurrió en abril con el gobernador de Cienfuegos, Alexandre Corona.
En diciembre de 2023, Las Tunas enfrentaba, según manifestó el ahora destituido gobernador, una inejecución significativa de su presupuesto local, una de las tasas más altas de mortalidad infantil del país con 7.83 x 1000 nacidos vivos, además de un notable porcentaje relacionado con bajo peso al nacer. Además, se trataba de la provincia más árida del país, donde solo el 25% de sus habitantes acceden a fuentes propias de agua.
Asimismo, se destacó que más de 20.300 viviendas estaban en deterioro, lo que representa aproximadamente el 10% del total de construcciones en el territorio, evidenciando así la deficiente administración y gestión por parte de los líderes provinciales.
A lo largo de 2023, la propia provincia implementó 48 medidas disciplinarias en distintos niveles administrativos, lo que pone de manifiesto los problemas de gestión y control que, con la destitución de ambos funcionarios, alcanzaron su punto culminante.
