Un informe de The New York Times dio a conocer este lunes que Twitter está cerca de alcanzar un acuerdo para que Elon Musk lo adquiera, menos de un mes después de que el empresario anunciara su intención de comprar la empresa por más de 45 mil millones de dólares.
Las noticias sobre un acuerdo inminente surgen después de que Musk revelara que había conseguido 46 mil 500 millones de dólares en financiamiento para hacerse con la compañía, lo que llevó a la junta de Twitter a reunirse este domingo para reevaluar la oferta. Así, Elon Musk culminaría lo que inició al adquirir una participación del 9,1 por ciento en las acciones.
Si se concretan los pronósticos, a pesar de la oposición inicial de la junta directiva de la empresa, el magnate confirmaría la validez de una antigua frase: fortaleza sitiada, fortaleza tomada. En este contexto, los usuarios de la red social están divididos en sus opiniones sobre cuán beneficioso podría ser el cambio de propietario.
El debate sobre la libertad de expresión en la red social
Algunos ven en el magnate la oportunidad de una auténtica libertad de expresión en la plataforma, que, según ellos, ha sido restringida debido a la censura de mensajes y la exclusión de figuras del ámbito político, como el expresidente estadounidense Donald Trump.
Nadie debería tener el poder de decidir si una persona o un discurso son vetados en una red que se autodenomina “social”, han considerado varios votantes reconocidos como republicanos en otras plataformas como Facebook.
Por su parte, Musk ha sostenido en repetidas ocasiones que su objetivo es precisamente fortalecer la libertad de expresión en esta red.
Si se materializa, Musk se posicionaría como la persona más rica del mundo al frente de una de las plataformas de redes sociales más influyentes, y esto no debe tomarse a la ligera, ya que se trata de un empresario de gran impacto.
La forma en que interprete la libertad de expresión sería lo que se reflejaría en Twitter, comentaron varios periodistas en conversación con el equipo de Cuba Noticias 360.
Varios de ellos concluyeron que no debería permitirse a nadie tener tanto poder e influencia, pero a la vez reconocieron que negarle esto sería también negarle el derecho a decidir cómo usar su dinero.
Algunos usuarios han señalado que la estrategia de Musk busca incrementar su influencia y ganar el apoyo de millones, lo que podría permitirle influir en más aspectos de la vida económica y política a nivel mundial.
Por ejemplo, el político estadounidense Mark D. Levine expresó en su perfil de Twitter que todos deberían prepararse para una avalancha sin precedentes de contenido antivacunas en la plataforma, en alusión al impacto que tendría la perspectiva del nuevo dueño sobre lo que se publique en la red tras la compra.
“Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia que funcione”, escribió Musk en su carta de oferta a Twitter.
Sin embargo, mencionó más tarde que desde que realizó su inversión, se dio cuenta de que la empresa no prosperará ni cumplirá con este imperativo social en su forma actual, agregando que Twitter debe transformarse en una compañía privada.
Código libre: ¿más poder para los usuarios?
El dueño de SpaceX y Tesla considera que el algoritmo de Twitter debería hacerse público. Cabe destacar que parte de la tecnología de la red social ya es de código abierto, lo que significa que está disponible para ser vista, adaptada y reutilizada con otros fines.
Musk busca que la plataforma sea más “transparente” en sus algoritmos, permitiendo que los usuarios puedan observar las acciones de la red social que afectan las publicaciones, como las decisiones de amplificar o restar importancia a los tweets y la relación de lo que se ve en el feed.
Sobre este punto, expertos como Vladimir Filkov, profesor de ciencias de la computación de la Universidad de California, comentaron recientemente a CNN que aunque se pueda acceder al código, esto no garantiza que las personas entiendan cómo funciona el algoritmo detrás de lo que aparece en pantalla. Por esta razón, consideró que permitir que cualquiera vea el código del sitio es un poco absurdo.
No obstante, también reconoció que sí podría impactar en que los algoritmos sean más justos, ya que habrá usuarios que sean capaces de leer y cuestionar lo que hace la compañía tras escenas.
Lo cierto es que en las próximas horas podríamos recibir noticias sobre la gran adquisición de la compañía y, de ser así, entraríamos en una era donde cualquier multimillonario podría, por sí solo, “engullir” la red social de su elección. De ser así, surge una pregunta: ¿no deberían las redes sociales ser más descentralizadas y plurales en su gestión y administración?