Después de varios meses de aparente calma en lo que respecta al proceso de divorcio, un nuevo motivo ha reavivado el conflicto entre las estrellas de Hollywood, Brad Pitt y su ex esposa, Angelina Jolie: la venta de la célebre villa francesa, Château Miraval.
Según informa el diario digital español El Mundo, el actor estadounidense ha presentado recientemente una demanda en el Tribunal Superior de Los Ángeles, California, contra la intérprete del personaje de Maléfica, por haber vendido su parte del viñedo francés, supuestamente, sin el consentimiento de Pitt.
En la demanda, se menciona que la pareja había acordado inicialmente no vender sus intereses en Miraval sin el consentimiento del otro. Sin embargo, en octubre del año pasado, Jolie ofreció su participación a una empresa de licores controlada por el oligarca ruso Yuri Shefler, después de recibir la autorización de un juez para vender sus acciones.
Los documentos judiciales presentados por Pitt indican que el ganador del Oscar por su papel en Érase una vez en Hollywood alega que su ex esposa realizó la supuesta venta sin su conocimiento, impidiéndole ejercer su derecho de consentimiento y el derecho de preferencia que la entidad comercial de ella le debía a él.
El escrito describe el viñedo como un «pequeño negocio de vinos no rentable» que «necesitaba renovación» antes de que la pareja lo adquiriera en 2008 por 60 millones de dólares. Según El Mundo, el actor aportó el 60 por ciento de la cantidad, mientras que la actriz cubrió el 40 por ciento restante.
Los documentos judiciales detallan que el actor llevó a Marc Perrin, uno de los principales enólogos de Francia, para ayudar a transformar el negocio, y que Pitt incurrió en gastos de renovación «de manera muy desproporcionada», bajo el entendimiento de que Jolie no se retiraría de la inversión sin su consentimiento.
Asimismo, se menciona que en 2013, «Jolie dejó de contribuir por completo» a las reformas, mientras que Pitt «continuó invirtiendo millones de dólares», financiando aproximadamente el 70 por ciento de la inversión, lo que resultó en una diferencia sustancial entre los ingresos de 3 millones de dólares en 2013 y más de 50 millones el año pasado.
En enero de 2021, la actriz aclaró que había adquirido Château Miraval con Pitt “como un negocio familiar” y como el lugar donde creían que “envejecerían” juntos. Sin embargo, comentó que ya no podía seguir siendo propietaria de un negocio basado en alcohol debido a sus objeciones personales.
Fue así que el actor inició negociaciones para comprar la parte de su ex esposa, pero en octubre, la división de vinos de Stoli Group, Tenute del Mondo, anunció la compra de la participación del 50 por ciento de Jolie en la finca y en los vinos producidos, siendo el negocio controlado por el ruso Shefler.
En su demanda, Pitt afirma que la venta le tomó por sorpresa y que ahora no puede usar Miraval como su hogar privado ni supervisar un negocio en el que ha invertido tantos millones.
Además, el informe indica que Jolie se benefició del inmenso esfuerzo, tiempo y dinero que Pitt y sus socios comerciales invirtieron en el crecimiento de la marca y que «busca obtener ganancias inesperadas que no ha generado, mientras causa un daño innecesario a Pitt».
