Foto: GettyImages
El torpedero cubano Erisbel Arruebarrena ha marcado un hito en el béisbol al dejar las Grandes Ligas y regresar a jugar en Cuba.
El deportista, quien cumplirá 32 años el 25 de marzo, es un caso singular. Después de recibir 25 millones de dólares por cinco temporadas con los Dodgers, además de siete millones 500 mil en concepto de bono y 12 millones por souvenirs, tarjetas y publicidad, acumulando un total de 44 millones 500 mil dólares, este jugador también formó parte de los Algodoneros de Guasave en la Liga Mexicana del Pacífico, y ahora regresa a la isla.
Algunos medios especializados indican que nunca alcanzó el nivel esperado como bigleaguer en Los Ángeles, enfrentándose a numerosos problemas tanto dentro como fuera del campo, incluyendo peleas con jugadores rivales y compañeros de equipo.
Quizás por estas razones, los Dodgers decidieron dejarlo libre; ahora ha conseguido un lugar en los Cocodrilos de Matanzas y es parte de la Selección Nacional Cubana.
Respecto a su experiencia, Arruebarrena afirma: “El béisbol de Grandes Ligas no se ajusta a mis preferencias, me fastidiaban los juegos”. Añade que en el equipo de los Dodgers “imponen demasiadas reglas innecesarias que hay que seguir. No comprendo cómo los peloteros se someten a tanta tontería. Prefiero el béisbol en Cuba”.
Vale la pena recordar que el pelotero inició su carrera en Cuba con el club de Cienfuegos y formó parte de la Selección Nacional de 2008 a 2013. Participó en los Juegos Panamericanos de 2011, en la Harlem Baseball Week de 2012, en el World Baseball Classic de 2013 y en el Word Port Tournament ese mismo año.
Un portavoz de los Dodgers comentó que Erisbel ha sido, probablemente, el jugador más problemático en la historia de su equipo, incluso más que su compatriota Yasiel Puig: “Tanto, que siempre estuvimos listos para intervenir en sus desastres. Y eso se conocía en todas las Ligas, porque al ponerlo en el mercado, nadie mostró interés por él, ni siquiera si se ofrecía gratis”.