Masones se manifiestan en La Habana ante la intervención del Estado en sus decisiones.

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Foto: RL Hevia

Texto: Fede Gayardo

Los masones cubanos llevaron a cabo una protesta este martes frente a la Gran Logia de Cuba en contra de la intervención del Estado cubano en su decisión de destituir al Gran Maestro de la orden, Mario Alberto Urquía Carreño, acusado de apropiarse indebidamente de más de 19 mil dólares del Asilo Nacional Masónico a principios de este año.

En esta ocasión, los masones se trasladaron al Gran Templo Nacional Masónico de Cuba, situado en la Avenida Salvador Allende Nº 258, en Centro Habana.

Una vez en el lugar, subieron al onceno piso del edificio con el objetivo de ser atendidos por Urquía Carreño, quien había rehusado dialogar durante todo este periodo de tensiones.

Un video compartido por el periodista Mario J. Pentón muestra a los masones congregados en el edificio, donde discutieron sobre la decisión respecto a Urquía y la necesidad de “restaurar la moral y el orden de la Gran Logia de Cuba”.

Según manifestaron, consideran ilegítima la permanencia de Urquía Carreño en su puesto y han expresado pacíficamente su negativa a reconocerlo como Gran Maestro.

En entrevistas con medios estatales, algunos hermanos han resaltado que su demanda es razonable, dada la “baja catadura moral” del implicado para representar a la orden.

Asimismo, recordaron que Urquía fue impuesto en su cargo por una entidad estatal, lo que los masones han calificado como una “injerencia en la institución”.

Tras el presunto robo, los representantes de más de 300 logias en el país decidieron expulsar a Urquía, prohibiéndole así abrir y presidir la sesión semestral de la Alta Cámara Masónica.

Esta decisión se fundamentó en la “ilegalidad” del cargo de Urquía, quien había sido destituido el 25 de enero pasado por el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, responsable de los grados filosóficos del 4 al 33. No obstante, meses después, el Gobierno cubano revocó esta decisión.

En ese contexto, un Maestro Masón entrevistado por Cuba Noticias 360 comentó: “Es cierto que los masones no discutimos sobre religión ni política en el templo, ya que esos temas dividen a la humanidad y son contrarios a nuestra fraternidad. Pero, ¿qué sucede cuando la política invade el templo?”.

El entrevistado, quien prefirió permanecer en el anonimato, aseguró que estuvo presente “cuando se decretó su expulsión desde la logia, actuando de acuerdo a nuestras normas, como debe ser. Es responsabilidad de la logia decidir quiénes son sus miembros y líderes, cualquier otra cosa es injerencia del Estado”.

En este sentido, agregó que “la logia de Céspedes y de Agramonte, de Antonio Maceo, de Martí, tiene al frente a una persona designada por el Gobierno, como si se tratara de otra entidad estatal, y la Logia no es otra sección del Partido”.

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