Texto: Hugo León
Foto: Wikipedia
Gladys Bejerano, quien se desempeñó como Contralora General de la República durante 14 años ininterrumpidos y fue una figura fundamental en las altas esferas del gobierno de la isla por décadas, fue destituida este viernes.
La noticia se dio a conocer durante la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), que tiene lugar en La Habana. El cargo será ahora ocupado por Mirian Marbán González, quien desde 2018 ejercía como primera vicecontralora general del país.
Según las declaraciones de la prensa oficial y las principales autoridades del país, esta medida forma parte de un “proceso natural de renovación de los cuadros”. Con 77 años, Bejerano había desempeñado su función durante más de diez años y previamente había sido Vicepresidenta del Consejo de Estado.
Antes de ocupar el cargo de Contralora, Bejerano fue ministra de Auditoría y Control y Auditora General de Cuba entre 2006 y 2009. En total, fue la figura principal del gobierno cubano en la lucha contra la corrupción durante 18 años. ¿Qué sucedió en ese tiempo?
Corrupción en Cuba bajo la Contraloría de Bejerano
En estos últimos 18 años, han sido muchas las figuras destacadas en Cuba que han sido afectadas por casos de corrupción. Algunos de los incidentes más notorios durante este extenso periodo incluyen la caída del ex vicepresidente Carlos Lage Dávila, quien, tras haber estado bajo la tutela de Fidel Castro, fue destituido en 2009, así como la del exministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, que igualmente fue apartado de su puesto en esos años.
Más recientemente, encontramos el caso del exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, quien fue removido de su cargo hace unos meses y acusado de conductas impropias para un cuadro revolucionario, incluida la corrupción. Bejerano, que había defendido la honestidad de los cuadros revolucionarios durante la gestión de Gil, posteriormente lo calificó de “traidor”.
“Las personas no caen en la corrupción de la nada”, declaró ella a la prensa internacional recientemente, añadiendo que tales traiciones son en contra del propio pueblo y de sus sacrificios. En este contexto, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha mencionado que los casos de corrupción han aumentado en la isla, en medio de una crisis severa.
GAESA, la institución que Gladys no pudo afectar
En Cuba, hay dos entidades que parecen estar por encima de cualquier consideración moral: el Partido Comunista y GAESA. La primera, porque ninguna de las propuestas referidas a su papel en la sociedad fue atendida en las enmiendas constitucionales, y en el texto vigente, se presenta como un ente superior a todo, incluso a la propia constitución. La segunda, a juicio de la excontralora, es una “empresa de organización superior”.
En una entrevista con la agencia de noticias EFE hace algunos meses, Gladys Bejerano admitió que GAESA era una entidad que escapaba a su control.
GAESA, el conglomerado económico cubano vinculado a los militares, controla los principales sectores de la economía del país, incluyendo las industrias más importantes, telecomunicaciones, remesas, empresas exportadoras, importadoras y distribuidoras, así como instituciones bancarias y más.
No obstante, Bejerano consideraba que la Contraloría solo podía concentrar sus esfuerzos “donde realmente hace falta”, es decir, muchos de estos sectores mencionados se encuentran en cierta medida al margen de la lucha contra la corrupción que el propio país promueve, ya que no son supervisables.