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Texto: Alejandro Varela
Más de 200 mil firmas respaldan actualmente una campaña en línea que comenzó el pasado miércoles en Japón, solicitando la cancelación de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio.
Esta iniciativa está dirigida a los presidentes del Comité Olímpico Internacional (COI) y del Comité Paralímpico Internacional (IPC), Thomas Bach y Andrew Parsons, respectivamente, y es liderada por el destacado abogado y activista Kenji Utsunomiya.
El documento exige que los fondos destinados a estos eventos sean utilizados para «proteger vidas» y señala que «la pandemia está lejos de haber terminado», advirtiendo que su realización pondría en riesgo la vida de muchas personas.
La celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos «no será factible sin la colaboración de numerosos trabajadores de la salud, instituciones médicas y recursos médicos esenciales. Sin embargo, varios profesionales de la salud ya han expresado públicamente que no hay capacidad para afrontar más demandas», argumenta dicho comunicado.
En particular, el sector sanitario japonés ha sido uno de los más críticos ante la proximidad del evento veraniego, programado del 23 de julio al 8 de agosto próximos.
Los trabajadores de este sector han protestado contra la decisión de desplegar a 10 mil de ellos para los Juegos, en un momento de gran presión debido a la cuarta ola que afecta al país, lo que llevó al gobierno japonés a extender el estado de emergencia una vez más.
El confinamiento extremo en vigor actualmente para Tokio y varias prefecturas se mantendrá, al menos, hasta el 31 de mayo, con el objetivo de frenar el aumento de casos a menos de 80 días del comienzo de la cita olímpica.
Aunque en los últimos días el número de casos de Covid-19 ha disminuido ligeramente en el archipiélago asiático, los expertos advierten que este descenso se debe a que durante las vacaciones de la denominada Semana Dorada, que finalizó el miércoles, se llevaron a cabo muchas menos pruebas de lo habitual.
Japón registra en total más de 620 mil casos positivos de la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia, así como 10 mil 600 muertes, la cifra más alta en Asia oriental.
La crítica situación sanitaria que atraviesa el país y las restricciones impuestas por las autoridades para controlar los contagios impedirán incluso que el presidente del COI, Thomas Bach, pueda realizar la visita prevista a la sede de los Juegos este mes.
