Foto: Infobae
Texto: Hugo León
«El caso Padilla», el único proyecto cinematográfico cubano nominado a los Premios Platino de Cine Iberoamericano 2023, fue galardonado este sábado en la categoría de Mejor Película Documental.
La película aborda la notable autoinculpación del poeta, periodista y académico cubano Heberto Padilla en 1971, cuando fue acusado de «actividades subversivas» por las autoridades cubanas tras la lectura de su poema Provocaciones en un recital, así como por su poemario «Fuera de juego», que fue premiado en 1968 por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, pero que generó controversia ya que muchos consideraron que sus obras eran ideológicamente opuestas a la revolución.
Al recibir el premio, el director del documental, Pavel Giroud, describió su obra como «la historia de un poeta que fue encarcelado en 1971 por su trabajo crítico y luego obligado a retractarse públicamente de su arte. Lo más triste es que, más de medio siglo después, sigue sucediendo en mi país», afirmó.
“Por eso quiero expresar mi agradecimiento al jurado y a todos los que votaron por nuestra película. Quiero agradecer en nombre de todos los cubanos que estamos cansados de que nuestro país sea un parque temático de una ideología o de una utopía y de que el sufrimiento de los cubanos no tenga el mismo peso que el dolor de otros países que han sufrido lo mismo”, subrayó.
«El caso Padilla» fue coproducido con España y utiliza materiales de archivo que fueron ocultados por las autoridades cubanas durante más de cinco décadas, mostrando la autoinculpación de Padilla.
La política cultural de la revolución
El documental es una representación de la política cultural estricta y represiva de la revolución cubana, que se intensificó a partir del llamado Quinquenio Gris (1971-1976) y que ya se esbozaba desde el discurso de Fidel de 1961, conocido como «Palabras a los intelectuales».
En ese discurso, Fidel dejó claro su posición sobre la libertad y si la revolución iba a «asfixiar el espíritu creador»: «Puede realmente preocuparse por este problema quien no esté seguro de sus convicciones revolucionarias. Puede inquietarse quien dude de su propio arte, quien dude de su verdadera capacidad para crear».
Fidel consideraba que el arte, la creación y la expresión pertenecían a la revolución, afirmando que «el artista más revolucionario sería aquel dispuesto a sacrificar incluso su propia vocación artística por la revolución».
De aquel mismo discurso proviene una de las frases más reiteradas de Fidel: «Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada», la cual amplió segundos más tarde: «¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas, sean revolucionarios o no? Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho».
La polémica sobre el documental
A medida que la declaración de Giroud atrae el interés de miles y se traduce en nominaciones y premios, también aumentan los reclamos al autor para que haga públicos todos los archivos originales que utilizó para su obra.
Algunos incluso lo han acusado de haber «secuestrado» un documento de la nación cubana, pidiendo la publicación del material «en bruto», grabado en 1971 por la Seguridad del Estado de Cuba.
Según Giroud, en una entrevista para Diario Las Américas, las copias derivadas del material original, que ha permanecido en los archivos restringidos del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), han pasado por varias manos.
“He hecho algo con ellas. Tal vez no he actuado de manera completamente correcta según el criterio de algunos, pero otros solo las mantuvieron en resguardo -sin saber por cuánto tiempo- hasta que esta polémica estalló hace unos días y se convirtió en un catalizador para darles a conocer”, comentó.
“Tanto el material con el que trabajé como el que hizo público Jorge Ferrer, carecen de metraje. El registro completo permanece en las bóvedas del ICAIC. A ellos hay que exigirles”, concluyó.