La lucha por el acceso al voto ha tomado un rumbo hacia las restricciones propuestas por el partido republicano, promotor de iniciativas limitantes en dos estados clave (Florida y Texas) que aportan 70 votos en el colegio electoral.
Texto: Darcy Borrero
Según un análisis publicado por The New York Times sobre las nuevas restricciones de acceso a las votaciones en Estados Unidos tras las elecciones de noviembre, Florida y Texas se han unido a la lista de estados que avanzan hacia la limitación del acceso al voto, sumándose a las medidas apoyadas por los republicanos en Georgia, Montana e Iowa. Otros estados, como Arizona, Michigan y Ohio, están considerando sus propias propuestas legislativas al respecto.
El jueves pasado, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó una ley que impide el uso de las papeletas de voto ausente, a pesar de que este método ha sido muy utilizado en el estado. Además, la nueva regulación amplía una norma existente que prohíbe a los grupos externos realizar observaciones cerca de los centros de votación. Los críticos indican que la nueva legislación afectará de manera desproporcionada a las personas afroamericanas, latinas, a las comunidades indígenas y a las de origen asiático.
Por otro lado, la Cámara de Representantes de Texas aprobó la semana pasada una medida similar a la de Florida. Esta legislación facultaría, según el Times, a los observadores electorales de tendencias partidistas. “Si el gobernador Greg Abbott promulga esta ley, la cual respalda, Texas se convertirá en uno de los estados más complicados para votar en la nación”, indica el análisis.
Estas nuevas y extremas medidas, en opinión del corresponsal político del Times, reflejan la “narrativa falsa de Donald Trump y sus aliados de que el sistema electoral está manipulado en su contra”.
Es importante recordar cómo el expresidente instaba a sus seguidores a votar en persona, en lugar de por correo, como se recomendó debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. A pesar de la gran participación de sus votantes en las urnas, el retraso en los resultados por la lentitud en el conteo de votos electrónicos favoreció a Joe Biden.
Para el analista del Times, entre las nuevas leyes, la difamación de la representante Liz Cheney y un “recuento extraño” en Arizona, queda claro “cuán absoluto continúa siendo el dominio de Trump sobre los republicanos”.
En el bando demócrata, parece no haber una estrategia legislativa o legal efectiva, tal como sugiere el analista, aunque asegura que los demócratas están “presionando a sus aliados en Washington y tratando de motivar a sus bases antes de las elecciones de medio término de 2022”.