Foto: Escambray
Además del estrés que ya provocan los apagones, que oscilan entre 12 y 18 horas diarias debido a la escasez en la capacidad de generación, el municipio de Cabaiguán experimentó recientemente otra grave situación eléctrica: el colapso de un transformador de 2,500 kV dejó a más de 6,000 personas sin suministro eléctrico, quienes han vivido momentos muy difíciles.
La angustia de los usuarios perjudicados ha ido en aumento; primero, al darse cuenta de que, tras múltiples horas de intentos infructuosos, los especialistas de la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus finalmente se rindieron y declararon como inservible al mencionado transformador. Luego, al enterarse de que la única solución viable era un equipo similar, que había estado fuera de servicio durante cuatro años, el cual tuvo que ser traído desde Holguín por los técnicos de la Unión Eléctrica.
Mientras tanto, se implementó una alternativa que, aunque no resuelve el problema de raíz, al menos permite ofrecer el servicio eléctrico de forma intermitente, utilizando un transformador cercano.
Así lo comunicó a la prensa Eladio Orestes Díaz Espinosa, director de la Empresa Eléctrica del municipio: “Identificamos una opción que nos permitiera ofrecer el servicio, al menos durante intervalos de entre tres y cuatro horas, a los afectados”. Esto suena simple, pero en la práctica fue necesario equilibrar las cargas entre los circuitos para que los implicados pudieran beneficiarse del único transformador que “sobrevivió”.
Para mitigar la difícil situación del apagón generalizado, varios establecimientos de gastronomía estatal y nuevas formas de gestión distribuyeron alimentos entre la población de los circuitos afectados, y diferentes organismos del territorio brindaron opciones para que la gente pudiera recargar sus lámparas y celulares, preparar sus platos y hasta disfrutar de algunas horas de televisión.
A pesar de los esfuerzos, la frustración aumentaba debido a la lentitud en la resolución del problema. La escritora cabaiguanense Mirta Estupiñán lo evidenció en su muro de Facebook, calificando de increíble este nuevo episodio de adversidad.
“Más de 24 horas han pasado para que los especialistas de la UNE de Cabaiguán determinaran que un transformador estaba quemado —afirma Mirta—. ¿Hasta cuándo nos ofrecerán explicaciones absurdas como si fuéramos un pueblo ignorante? Mientras tanto, dos circuitos de Cabaiguán, el 20 y el 21, llevan más de 24 horas en apagón. Y se anuncian otras medidas fantásticas: dividir circuitos y darnos cuatro horas de electricidad y ocho de apagón. Por supuesto, quienes toman esas decisiones no sufrirán estas condiciones inhumanas. Y parece que el transformador que llegará de Holguín tardará tanto en llegar como si viniera del extranjero. Esto realmente es un bloqueo, y del peor tipo que padecemos: el bloqueo interno.”
Se llevaron a cabo diversas pruebas con el equipo recién llegado de Oriente, comenzando el proceso de llenado y recirculación de aceite, con el objetivo de extraer la humedad y mejorar el aislamiento, según información compartida por la Empresa Eléctrica en sus redes sociales; mientras tanto, los 6,000 clientes afectados esperaban ansiosos ver, de una vez por todas, la luz al final del túnel.