Foto: Gevorg Ghazaryan | Shutterstock
Texto: Fede Gayardo
La comunidad católica ha recibido con gran tristeza la noticia del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco a las 7:35 de la mañana de este lunes. El Pontífice falleció en la Casa Santa Marta, a la edad de 88 años, de acuerdo con lo que informó el cardenal Farrel en un video publicado en la cuenta oficial en X del Vaticano.
Con la desaparición del Papa se pone fin a 12 años de un pontificado sin precedentes: el primero dirigido por un latinoamericano y el único en siglos que convivió con un Papa emérito, Benedicto XVI.
#PapaFrancesco
L’annuncio del Card Farrell: “Carissimi fratelli e sorelle, con profondo dolore devo annunciare la morte di nostro Santo Padre Francesco. Alle ore 7:35 di questa mattina il Vescovo di Roma, Francesco, è tornato alla casa del Padre“. #VaticanNewsIT pic.twitter.com/tu8BtRY0Td
— Vatican News (@vaticannews_it) April 21, 2025
Jorge Mario Bergoglio había estado hospitalizado durante más de un mes en el Policlínico Gemelli de Roma, afectado por una infección respiratoria y, aunque inicialmente mostró signos de mejoría, no pudo superar la enfermedad.
De acuerdo con los comunicados diarios del Vaticano, enfrentó dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda debido a “una importante acumulación de mucosidad endobronquial”, lo que provocó crisis de “broncoespasmo” y requirió dos broncoscopias, así como la reanudación de la ventilación mecánica “no invasiva”. A pesar de todo, se mantuvo “siempre lúcido, orientado y colaborador” hasta sus últimos momentos.
Esta no era la primera vez que Jorge Mario Bergoglio necesitaba atención médica. En 2021 fue sometido a una cirugía para extraer una parte del colon debido a una estenosis diverticular, y en 2019 fue operado de cataratas, sin necesidad de estar hospitalizado por un periodo prolongado.
Ahora, el Vaticano se verá en la necesidad de preparar las exequias pontificias y convocar el tradicional Cónclave que elegirá a su sucesor. El proceso de selección estará influenciado por la presencia de numerosos cardenales electores designados por el propio Francisco, lo que podría favorecer a candidatos alineados con su visión reformista.
Nacido en Buenos Aires en 1936, Bergoglio fue elegido el 13 de marzo de 2013, sucediendo a Benedicto XVI. Desde su entronización ha proyectado una imagen austera: renunció al lujoso palacio pontificio, adoptó el nombre de Francisco y enfatizó su atención hacia los más desfavorecidos.
Su magisterio apostó por un Evangelio “con olor a oveja”, colocando a los marginados en el eje de su predicación. Realizó numerosos gestos de humildad, lavando los pies de presos, militares y fieles de diversas confesiones, y descentralizó su autoridad con acciones profundamente proféticas.
Reformó la Curia romana, estableciendo comisiones para supervisar las finanzas y garantizar una mayor transparencia. En documentos como la exhortación Evangelii Gaudium, instó a la Iglesia a “no caer en la mundanidad espiritual” y a acercarse a la sociedad.
También fue pionero en el diálogo interreligioso, visitando mezquitas y sinagogas, y abogó por el cuidado de la “casa común” en la encíclica ‘Laudato si’, al tiempo que denunció la “lógica del descarte” que prevalece en el mundo moderno.
El Papa Francisco en Cuba
Los cubanos recordarán uno de sus viajes más significativos, cuando en septiembre de 2015 visitó Cuba y EE.UU. Con un vídeo-mensaje desde Roma, expresó su cercanía espiritual a los cubanos antes de aterrizar en La Habana del 19 al 22 de ese mes.
El domingo 20 de septiembre, en la Plaza de la Revolución, pronunció el Ángelus e hizo un llamado a la reconciliación nacional y el compromiso con los más necesitados, un gesto que quedó grabado en la memoria colectiva.
Al terminar la ceremonia, se dirigió al Palacio de la Revolución para un breve pero simbólico saludo a Raúl Castro, reflejando su intención de construir puentes más allá de diferencias ideológicas. Durante su visita, celebró misas multitudinarias en Holguín y Santiago de Cuba, se reunió con jóvenes en el Centro Félix Varela y visitó la basílica de la Virgen de la Caridad del Cobre, cementando un vínculo entrañable con la Iglesia cubana.