Fotografías: RL Hevia
El vuelo de Air China, recibido en la terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, fue considerado como una tabla de salvación para el turismo cubano, marcando así la reintegración de las operaciones directas entre ambos países.
Este evento fue calificado por las autoridades del Gobierno en la Isla como «un sueño hecho realidad», resaltando las ventajas que ofrece Cuba al mercado chino.
El Boeing 787-900 de Air China, que llegó de Beijing con una escala en Madrid, llegó con solo 116 pasajeros de los 293 que puede llevar este tipo de aeronave. Sin embargo, se espera que el número de pasajeros aumente, al igual que la frecuencia de los vuelos, que actualmente se limitan a dos por semana.
Como incentivo para incrementar el tráfico de pasajeros, se anunció que estará disponible en los próximos meses un sistema de Union Pay a través de Fincimex, la entidad financiera del conglomerado militar GAESA, lo que facilitará las transacciones financieras de los turistas chinos en la isla, buscando mejorar su experiencia de viaje.
Asimismo, tienen la intención de «capacitar a nuestro personal para satisfacer los gustos de nuestros visitantes, asegurando que cada momento sea inolvidable».
Según fuentes oficiales, el costo de un solo trayecto desde La Habana a Beijing es de 812 USD, lo que incluye un equipaje de mano y uno de facturación sin costo adicional; mientras que el precio de un viaje de ida y vuelta es de 1350 USD, también incluyendo un equipaje de mano y uno de facturación gratuitos.
En el caso del trayecto de La Habana a Madrid, el precio por un solo recorrido es de 406 USD, mientras que el viaje de ida y vuelta asciende a 602 USD, ambos costos con equipaje de mano y dos de facturación sin costo. Esto lo hace bastante competitivo en comparación con otras aerolíneas.
Air China ha estado operando en Cuba desde 2015 en la ruta Beijing-Montreal-La Habana, pero interrumpió sus vuelos debido a la pandemia de COVID-19. Esta operación se retomó el 17 de mayo con una escala técnica en Madrid.
Cuba pone sus esperanzas en el turismo como un medio para «recuperarse» económicamente, en medio de la difícil situación que atraviesa, por lo que esta ruta, que conecta con un potencial de millones de turistas, representa una luz en el oscuro camino.