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El actor cubanoamericano Andy García está en estos días promocionando el éxito de HBO, El padre de la novia. En una entrevista con el diario The New York Times, confesó que, a pesar de sus deseos, no regresaría a su país natal.
A sus 66 años, García explicó que esta comedia encuentra muchas similitudes con su vida actual, así como con sus raíces. El actor, reconocido por papeles en Los intocables, El padrino: parte III y La gran estafa, interpreta a un arquitecto cubano orgulloso que ha logrado salir adelante solo y cuya hija mayor está a punto de casarse con su novio mexicano.
Al recordar sus inicios en el cine, García menciona que fueron difíciles, ya que luchaba para evitar caer en un encasillamiento debido a su latinidad. En ese sentido, también reveló que su padre miraba con escepticismo su pasión por la actuación.
“Mi padre no tenía idea del negocio del entretenimiento ni de la actuación. Para él, un actor era Humphrey Bogart o Clark Gable. Estoy seguro de que pensó: «Amo a mi hijo, pero él no es Humphrey Bogart» [Risas]. En cambio, mi madre decía: «Ve y vuela. Si te rompes un ala, vuelve a sanar y luego decide». Ella era más arriesgada”, recordó el actor.
Cuando el periodista le preguntó si consideraría regresar a la isla caribeña en la actualidad, el intérprete aseguró que no. “Cada quien tiene sus propias razones personales para ir y no juzgo. Pero he sido crítico de ese régimen; si fuera, lo usarían para decir: «Mira, él cree que estamos haciendo lo correcto. Está aquí de vacaciones».
“Una vez, la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana nos invitó —en ese momento, no había embajada allí— a mostrar mi película La ciudad perdida [de 2006, ambientada en Cuba]. Pregunté: «¿Pueden garantizar mi seguridad?». Respondieron: «No podemos». Y contesté: «Gracias por la invitación». Conozco a muchas personas que han ido a Cuba y que son figuras públicas. Los cubanos que se han ido están vigilados. Hay gente del gobierno que los sigue.”
