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El conocido actor cubano César Évora fue el protagonista de una de las secciones del programa de televisión mexicano “El minuto que cambió mi destino”. Durante la entrevista, el galán habló sobre su familia y cómo ha sentido la experiencia de ser extranjero en su país de origen.
El presentador de la entrevista, Gustavo Adolfo Infante, expresó su satisfacción por la decisión del actor de quedarse en México, “aunque la migración natural de un cubano casi siempre es a Miami”. A este comentario, Évora respondió que nunca se ha sentido extranjero en México, pero sí en otros lugares, incluso en Cuba.
“Me he sentido extranjero en Nueva York, en Europa, en Sudamérica y en cualquier parte del mundo. Y te lo digo con total sinceridad, en Cuba también me he sentido extranjero. Porque han cambiado muchas cosas y ya no es el lugar donde crecí. Es una sensación dura y amarga, pero no puedo describirlo de otra manera. Así lo siento”, comentó el eterno protagonista de “Su propia guerra”.
Además, El actor, que también protagoniza «Un hombre de éxito», compartió sobre la fidelidad y su relación con su esposa, Vivian Domínguez, con quien lleva casi 22 años casado. “Soy un hombre muy enamorado de mi esposa. Cuanto más pasan los años, más enamorado estoy de ella. Es una mujer excepcional (…) Si he logrado algo en la vida, es gracias a ella y a su apoyo. Ella es una fuerza insuperable”, afirmó.
Évora también se refirió a sus hijos, especialmente a su hija menor, Carla Évora, quien estudia Comunicaciones. Sobre el futuro de su hija, comentó que es “maravilloso que cada uno descubra su vocación en la vida. A mí me costó trabajo hacerlo y disfrutarlo. Es parte del viaje de cada ser humano. La vida es un gran viaje y una experiencia compleja que hay que vivir intensamente y con total pasión”.
El actor tiene a su madre en Cuba, un hijo en Madrid, a su padre también en España, una hija en Miami, y la más pequeña vive con él en México. Ante esta familia dispersa, el galán de varias telenovelas mexicanas normalizó la situación, afirmando que esa es la historia del mundo. “Creo que todos tenemos algún pariente cercano o mediano que ha tenido que emigrar de alguna manera”, concluyó.