Foto: RL Hevia
La falta de productos básicos en Cuba es un tema familiar, pero resulta cuestionable que el Ministerio del Comercio Interior (Mincin) afirme que «se cumplen las entregas de la industria, se superan los atrasos de diciembre en varias provincias y se distribuye lo correspondiente a enero», especialmente ante las quejas de muchos cubanos por la escasez de sal.
Según los directivos de las principales salinas del país, el problema radica más en la distribución que en la producción. Por esta razón, muchas bodegas cubanas aún enfrentan atrasos en la entrega del producto, lo que ha llevado a muchos a recurrir al mercado negro, donde los precios son desorbitados.
El ministerio ha declarado que la situación de escasez de sal en Cuba debería mejorar hacia finales de mes. Mientras tanto, el precio de la sal en plataformas de venta oscila entre 150 y 500 CUP, dependiendo de la cantidad.
El año pasado, un reportaje de Cubadebate abordó la inestabilidad en la comercialización de la sal en el país, explicando que en los almacenes de las salinas había toneladas de este producto. Sin embargo, problemas de transporte han afectado la entrega a los consumidores.
La demanda de sal para la canasta familiar suele ser de 7,300 toneladas trimestrales, pero la distribución no es uniforme en todos los meses ni para todas las familias, según un informe de abril de 2023.
Diversos medios señalan que las dificultades en la producción y suministro de sal no son nuevas. «A pesar de que para Cuba el inicio de la última década fue prometedor, esa tendencia se interrumpió hace cinco años, dando paso a un período de escasez recurrente que ha alcanzado niveles críticos en tiempos recientes», señala OnCuba.