Un adolescente de 13 años llamado Linden Cameron tiene una condición llamada Asperger. Recibió varios disparos por parte de la policía luego de que su madre llamara al 911 por causa de una fuerte crisis relacionada con su padecimiento.
Los hechos ocurrieron en los Estados Unidos, el asperger es un tipo de autismo que puede ramificarse con algunos desórdenes mentales. El adolescente se encuentra grave en el hospital y por ahora su futuro parece incierto.
La madre Brenda Barton, llamo a la policía porque pensaba que le ayudarían de la forma más tranquila posible a controlar a su hijo. Sin embargo este no fue el caso.
Por otra parte el sargento Keith Horrocks de Salt Lake City, indico a los medios de comunicación que el suceso está siendo investigado para llegar al fondo de qué fue lo que sucedió exactamente.
Según cuenta la familia, Linden Cameron estaba pasando por una etapa de separación, pues su madre tendría que volver a su trabajo después de estar un año en casa, por lo que el joven sufrió de un «desapego» que ocasiono la crisis.
«Les dije: está desarmado, no tiene nada, simplemente se enoja y comienza a gritar y gritar. Es un niño, está tratando de llamar la atención, no sabe cómo controlarse».
Brenda Barton
El terrible hecho desencadenó protestas en Salt Lake City, al igual que han existido en los Estados Unidos en contra de la brutalidad policial y la violencia que algunos uniformados generan.
La otra cara de la moneda indica que la llamada al 911 mencionaba un problema psicológico violento. Donde aseguraban que un niño había hecho amenazas a distintas personas con un arma de fuego.
Además explico que cuando los agentes llegaron, no vieron indicios de que Linden Cameron poseyera un arma, pero que al intentar huir un policía le disparo.
Supuestamente, en una petición de ayuda económica que pidió la familia para pagar las cuentas médicas. El adolescente sufrió heridas en el hombro, intestinos, tobillos y vejiga.
Por ahora no se saben los efectos que Linden tendrá a largo plazo, no obstante es probable que la recuperación deba ser larga y además requiera de múltiples tratamiento. Así lo expresa la petición de ayuda.
Según un artículo del diario The Washington Post, la policía en los Estados Unidos se ha encargado de asesinar desde el año 2015 a 1.254 personas que padecen de enfermedades mentales.
Estas cifras representan nada más y nada menos que el 22% de las personas fallecidas a manos de la policía durante los últimos años.
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El caso de Linden Cameron, hace recordar el de Daniel Prude, un afroamericano de 41 años de edad. El hombre sufría de trastornos psicológicos y en medio de una crisis su hermano llamo a la policía para que intervinieran.
Esto provocó que los agentes lo asfixiaran hasta causarle la muerte, aun cuando los familiares habían indicado previamente el desorden mental del individuo.
Por ahora la madre de Linden se pregunta por qué si se trata de un niño pequeño, simplemente no lo derribaron y ya.
Hasta los momentos los entes gubernamentales han indicado que se abrirá una investigación más profunda acerca de los responsables del fatídico hecho.
