Los nacidos bajo el signo de Libra son seres que buscan el equilibrio por encima de todas las cosas. Actúan de la mejor manera en las relaciones sociales, son muy prácticos, desenfadados y sin prejuicios, además de poseer mucho encanto. Son estrategas natos y pueden llegar a ser completamente impersonales; por tanto, son excelentes mediadores capaces de afrontar negociaciones delicadas.

Siempre mantienen sus sentimientos bajo control y les encanta ganar. Pueden hacer negocios importantes sin demostrar que han trabajado duro. Las mujeres del signo prefieren la elegancia y el refinamiento y admiran al hombre viril, frente al cual siempre logran mantener el autocontrol gracias a su natural diplomacia y encanto.

Los Libra son generalmente agradables y aman la riqueza y el éxito. Quienes pertenecen a este signo sienten un deseo innato de recreación y paz; a menudo usan su encanto para persuadir a otros de que trabajen duro para él. Este es el signo en el que predomina el sentimiento en mil tonalidades diferentes.

El signo de Libra puede llegar a ser un poco vago y apático, ama los cumplidos, le gusta el lujo y la comodidad, le encanta rodearse de objetos caros y todo lo refinado. Su moralidad suele ser elástica, de hecho, el signo también incluye a personas que suelen tener algún vicio.

La voluntad es relativa, a menudo le gusta tomarse periodos de ocio y descansar con o sin mérito. Se entrega fácilmente a la pereza, de esta forma se impide a si mismo, en muchas ocasiones, la oportunidad de crear un negocio, un trabajo o tomar iniciativas de cualquier tipo. El típico libra está dotado de habilidades analíticas que le encanta poner a disposición de los demás, dando sugerencias o consejos.