Los servicios de médicos cubanos enviados a diferentes partes del planeta con fines de prestar servicios humanitarios suponen un negocio redondo para el gobierno Castrista.

Estos negocios han vendido la mano de obra cubana para sobrellevar la crisis por el coronavirus.
Los testimonios indican que solo disfrazan de un ambiente de solidaridad, el verdadero motivo por el que llevan a personas a trabajar en otros países.
La razón denota que el lucro es razonablemente significativo.
En el testimonio de 3 médicos cubanos que fueron en una misión para Honduras. Relatan su experiencia y cuenta como las caras de las monedas son completamente diferentes a lo que el mundo imagina.
Por un lado tienen el agradecimiento de los pacientes a quienes atendieron y que de alguna forma les mostraron su gratitud antes de regresar a la isla. Dicen que la experiencia hasta cierto punto fue muy positiva para ellos como profesionales.
Conocieron el virus que causa el coronavirus y aprendieron a manejarlo bajo el tratamiento estipulado. Por otra parte es innegable la diferencia en el campo de salubridad del país hermano.
No obstante, relatan como el doctor Francisco Durán mantenía al equipo con los últimos conocimientos sobre las enfermedades que iba causando el Covid-19.
Sin embargo los médicos cubanos muchas veces tienen que padecer situaciones negativas en estas misiones. Dicen que nadie dice nada por miedo a las represarías del gobierno.
Cada vez que regresan lo hacen con una gran sonrisa como cuál soldado regresando victorioso de una guerra.
Pero esta no es la realidad que ellos alegan tener, de esta manera Blanca Toymil coordinadora de los médicos cubanos en Honduras.
La doctora alega que la mano de obra cubana influyo para bien en los procesos y fortalecimiento de las primeras fases de atención a los pacientes.
Así mismo otras fuentes opinan que el negocio de le gobierno castrista les quita a los médicos cubanos el dinero que deberían adquirir por los servicios que prestan en otros países.
Miles de millones de dólares son los que reciben al año a costilla de personas profesionales y solidarias.
Existe una esperanza para los médicos Cubanos
La Organización de las Naciones Unidas han reconocido oficialmente que los profesionales de la medicina cubana, son sometidos a trabajos arduos y forzosos durante sus viajes.

Al llegar a los lugares de destino, las restricciones no se hacen esperar, no puede existir ninguna relación amorosa porque inmediatamente debe ser notificada.
Además se les retira el pasaporte y cualquier otra documentación y solo se les entrega el día en que regresan a Cuba.
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Por lo general permanecen en lugares no muy sofisticados y no les está permitido tener contacto con personas que sean ajenas al gobierno de la revolución.
Cualquier colega que cometa alguna de las infracciones antes señalada, sus compañeros deben manifestarlo, porque de lo contrario serán acusados de complicidad.
Alguno de los castigos que tienen que pagar van desde una retención de su sueldo y son excluidos de las misiones.
Diego Valera es un médico que recientemente fue a una misión en Italia.
Manifiesta que se encontraba desesperado por regresar a su hogar debido a que la crisis sanitaria en el país europeo era un verdadero desastre.
“Por cuatro pesos casi cojo el COVID-19. Gracias que nos fuimos a tiempo, porque allí los muertos se contaban por miles”
Valera dice que desde hace mucho tenía las ganas de viajar y conocer otros lugares, pero que cuando se vio inmerso en la situación le dieron ganas de regresar.
A eso le sumaba que la mitad de todo su salario era para el régimen y que si volvía las amenazas podían hasta quitarle su titulación de médico.
Mientras tanto el gobierno se les ha salido de manera accidental que la situación del embargo por parte de los Estados Unidos les ha dado la oportunidad de negociar con mano de obra de médicos y enfermeras y que esto les deja en su defecto cantidades de dinero bastantes lucrativas.