La Tojosa: Una Esclava que Marcó Época en la Televisión Cubana

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Foto: RRSS

Hay personajes que, a pesar de nuestros esfuerzos, resulta complicado imaginar a otros actores interpretándolos que no sean aquellos que los llevaron a la fama. Este es el caso de «La Tojosa», la joven, dulce y encantadora esclava de la telenovela «Sol de Batey», magistralmente encarnada por Luisa María Jiménez. La Tojosa impulsó a Luisa María hacia la popularidad, marcando su transición del teatro profesional a la televisión y, posteriormente, a una carrera sólida y excepcional que incluye también el cine. La actriz cubana brilla sin importar el medio en el que se presente.

La telenovela hizo su aparición en las pantallas de la isla en julio de 1985. «Nieves» (el nombre real de La Tojosa), a pesar de ser un personaje secundario, se convirtió en un ícono debido a su historia de maltrato y amor, ambientada en la Cuba esclavista. Curiosa, dulce y coqueta, La Tojosa logró conquistar el corazón de Liberato, interpretado por Idelfonso Tamayo, un hombre negro liberto, rudo y valiente, dispuesto a arriesgar su vida por defenderla. Asimismo, logró ganarse el cariño de la protagonista, «Charito», papel interpretado por Susana Pérez.

Muchos cubanos aún recuerdan vívidamente escenas de la joven que sufría abusos, obligada a trabajar en los campos de caña y azotada casi hasta la muerte en el cepo. Las imágenes de una Luisa María desarreglada, con labios agrietados y ojos llorosos, hicieron evidente el dolor del personaje y pusieron de manifiesto su talento. La actriz ha confesado sentir admiración y orgullo por Nieves, aunque “fue una avalancha tan grande que sentía que se estaba despersonalizando, que su nombre se estaba perdiendo”, comentó en una ocasión a Amaury Pérez en el programa «Con dos que se quieran».

Cuando Jiménez se presentó al casting, la mayoría de los papeles ya estaban asignados. Solo quedaba el de La Tojosa, y el director, Roberto Garriga, la rechazó, porque buscaban a alguien con tez más oscura: “una mulata curtida por el sol, una mora”. Luisa María propuso que se podría usar maquillaje o que ella podría broncearse. Solicitó una oportunidad y le dieron una escena que memorizó en 20 minutos. No hubo dudas: era ella y nadie más quien debía dar vida al personaje. Para la caracterización, se reunió varias veces con la escritora, quien se inspiró en una esclava que cuidó de Dora Alonso, la autora de la novela, durante su infancia.

Hace unos años, la cantante Argelia Fragoso reveló en una entrevista con Abel Álvarez que ella también pudo haber sido La Tojosa. Estuvo entre las opciones para interpretarla, pero un compromiso internacional le impidió asistir al casting. ¿Cuánto habría cambiado la historia? Nunca lo sabremos; lo que sí es evidente es que «Sol de Batey» fue un éxito rotundo y ocupa un lugar privilegiado entre las mejores telenovelas cubanas de todos los tiempos; con ella llegó La Tojosa, y llegó para quedarse.

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