Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
En medio de una de las crisis de desabastecimiento más graves de su historia reciente, Cuba se enfrenta a una situación cada vez más preocupante: la escasez de medicamentos esenciales. Con una oferta que apenas alcanza para cubrir las necesidades básicas, el gobierno cubano ha aumentado el racionamiento de los fármacos.
Para intentar mitigar esta crisis y asegurar una distribución más equitativa, en la provincia de Camagüey se ha instaurado un sistema innovador de venta en farmacias, según informa el periódico local Adelante.
Este método organiza la adquisición de medicamentos en días específicos de acuerdo al consultorio médico al que pertenezca cada paciente.
El nuevo modelo establece ciclos de venta que oscilan entre seis y siete días, dependiendo de la cantidad de consultorios que cada farmacia atienda. Al concluir un ciclo, el proceso se reinicia.
“Después de recibir los medicamentos, la administradora de la farmacia notifica a las autoridades locales y al personal médico para que la población acuda según el calendario establecido”, comentó Maurilis Acosta Nápoles, jefa de la sección de servicios farmacéuticos de la Dirección General de Salud Pública en Camagüey.
Además, las cantidades disponibles para cada paciente se determinan según las coberturas recibidas y las normativas para cada tipo de medicamento, poniendo especial énfasis en los productos controlados. De acuerdo con Acosta Nápoles, “las urgencias médicas siempre tendrán prioridad, sin importar si la persona pertenece o no al consultorio asignado para la adquisición”.
La escasez de medicamentos no es un fenómeno nuevo, pero su impacto ha aumentado de manera exponencial en los últimos años. Más del 70% de los fármacos esenciales están en falta, según informes oficiales, lo que equivale a más de 460 medicamentos del cuadro básico.
Esta crisis afecta sobre todo a los ancianos y a aquellos que requieren tratamientos continuos, obligando a muchos cubanos a buscar alternativas en el mercado informal, donde los precios son exorbitantes.
En julio de 2024, por ejemplo, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, advirtió que la situación no mejoraría a corto plazo debido a problemas de financiamiento y dificultades en la adquisición de materias primas.
La escasez, que las autoridades atribuyen a “condiciones externas” como las sanciones económicas y la falta de financiamiento, se refleja en las largas filas que se forman en farmacias de todo el país.
Los pacientes con enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y el asma son los más perjudicados, enfrentando desafíos diarios para obtener tratamientos que son vitales para su salud.
