Las injusticias del régimen cubano aún no han encontrado un límite. Cuando hablamos de la producción de alimentos en Cuba, sus gobernantes voltean la mirada, observan sus bolsillos con dinero y sus cocinas llenas de comida. Sinceramente no les importa las penurias que pasan todos los días los cubanos.
La crisis que desató el virus chino arrasó con la isla y con sus productores de maneras que no podríamos imaginar. Cuba está viviendo la peor crisis alimentaria desde la década de los 90, mientras que el régimen asegura que todo está “bajo control”.
La dictadura cubana sigue sometiendo a sus ciudadanos a medidas que solo generan más miseria y escasez. Las tiendas que el régimen autorizó para vender productos de primera necesidad, ya están vacías. Los chanchullos de la captación de divisas duraron muy poco.
Los reconocidos “comecandelas”. Esas personas fieles al legado de Fidel Castro, los que estuvieron en primera fila aplaudiendo todo lo que tuviera que ver con su mandato. Ellos, que adoran la revolución cubana y apoyaron que la isla se sumergiera en ella. Ellos, hoy día están pagando las consecuencias de sus actos.
En Venezuela, estas personas también tienen un nombre, los “chavistas rodilla en tierra”, que no chistaron ni una sola vez durante todo el gobierno del militar Hugo Chávez. Tampoco se opusieron a la injerencia cubana en su país. Ellos, hoy día están pagando las consecuencias de sus actos.
¿A qué costo? ¿Cuánto le costó a esta gente apoyar la miseria? ¿Con qué los compraron?
Según la aclamada historiadora, Victoria de Grazia, la crisis que envuelve a nivel político, social, económico e internacional a Estados Unidos, no se resolverá sacando a Donald Trump de la presidencia. Para ella, el presidente es solo un síntoma de la crisis.
La gran investigadora ha escrito libros sobre el imperio estadounidense, el fascismo y la sociedad de consumo. Según la autora, el presidente Donald Trump lo que ha hecho durante su presidencia ha sido «construir sobre una crisis de liderazgo en Estados Unidos».
En una reciente entrevista, la historiadora ha recalcado muy bien el mal uso de la palabra “fascista”, el cual es un término habitual en el vocabulario de la política actualmente.
La pandemia del covid-19 es un enigma con pistas inconclusas. A pocos meses de terminar el año 2020, el coronavirus se sigue esparciendo sigilosamente. A pesar de que muchos países han logrado controlar la pandemia, otros países como Estados Unidos se ven enfrascados en cifras de terror que no paran de aumentar.
El año 2020 sin duda alguna nos ha sorprendido de maneras que no imaginaríamos. La pandemia del covid-19 se clasifica como un hecho histórico mundial sin precedentes. Las consecuencias han sido devastadoras y entre ellas está la temida crisis alimentaria global, algo de lo que no muchos hablan, pero ya está sucediendo.
El coronavirus ha llevado a la muerte a millones de ancianos y enfermos, ha encerrado a personas que ganaban dinero a través de la venta diaria y ha hecho que conseguir alimentos sea una tarea sumamente difícil. Sobre todo, a las poblaciones que ya les costaba.
Un estudio recientemente publicado por la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias, durante la Asamblea Anual de la Organización de las Naciones Unidas, manifestó que alrededor de 19,5 millones de personas se encuentran actualmente en riesgo agudo de sufrir inseguridad alimentaria.
Tener una postura blanda y complaciente hacia las dictaduras de Cuba y Venezuela durante todos estos años, podría pasarle factura al candidato presidencial Joe Biden. Los cubanos en Florida tienen sus deseos y convicciones claras. Se podría decir que Trump les ha dado razones para confiar.
En cambio, para Joe Biden esta vez ser políticamente correcto no le valdrá de nada para arrebatar del podio a Trump. El voto hispano se concentra en Florida y las encuestadoras del país dan al voto cubanoamericano, una gran brecha de ventaja en apoyo a Donald Trump.
Los demócratas están preocupados por su débil influencia en el voto hispano y la verdad, tienen razones para estarlo, ya que un porcentaje abrumador del 68% sobre un 30%, le pertenece al voto cubanoamericano que apoya con entusiasmo la reelección del actual presidente.
El objetivo político de la dictadura siempre será hacer ver que el embargo estadounidense a Cuba es la razón de sus fracasos, de sus múltiples derrotas que han sido causadas únicamente gracias a sus fallidas políticas socialistas-marxistas-comunistas, que se caracterizan por hacer que los pueblos caigan en desgracia plena.
¿Acaso no saben de la historia de la caída del Muro de Berlín? El hecho histórico que es aclamado hoy en día como un símbolo de la libertad, una victoria contundente y aplastante ante las políticas comunistas, que en ese entonces sometían a muerte a los ciudadanos de la Alemania Occidental.
Al parecer, ese hecho histórico en el mundo no fue suficiente para que los partidarios comunistas se dieran cuenta de los errores injustificables que cometen al promover esa ideología, la cual solo conlleva a desgracias y muertes.
El sistema de salud está a punto de colapsar, el coronavirus en Cuba ha causado estragos y es algo que ya la cúpula no puede ocultar. Todo indica a que las autoridades tomarán medidas más fuertes para frenar el avance del coronavirus en la indisciplinada y desobediente población de La Habana.
La situación se agrava pocos días después que el régimen anunciara la “salvación” de la crisis epidemiológica nacional, la dichosa vacuna “Soberana 01” desarrollada por científicos en la isla, la cual ya ha sido inoculada en personas para probar si realmente es efectiva.
Irónica y tardíamente los resultados de su efectividad (o falta de) estarán listos para febrero del 2021, entonces ¿Qué será del coronavirus en Cuba hasta ese momento? ¿Qué tan profundo colapsará el sistema de salud cubano? ¿Qué otra estrategia fallida impondrá los que gobiernan?
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